jueves, 2 de septiembre de 2010

En la cama con nuestros políticos

Por Pilar Portero

¿Follan? ¿Se masturban? ¿Les va el rollo voyeur? ¿Prefieren profesionales? A mi me importa su vida sexual. Y mucho. De que estén bien servidos depende nuestro futuro porque tras un orgasmo de libro te muestras más proclive a la negociación y resultas más clarividente en las decisiones. Pasado mañana, día 4, se celebra por primera vez el Día Mundial de la Salud Sexual. Ya se que es antiperiodístico del todo dejarse arrastrar por fechas pero es que yo fantaseo mucho sobre cómo deben funcionar y me apetecía profundizar....

(Pensamientos apetitosos)

A su favor cuentan con el irresistible atractivo que procura la erótica del poder. En contra, el estres, el agobio y los problemas, enemigos número uno de la capacidad para pasarlo bien en la cama y detonante de la aparición de disfunciones como la eréctil y la eyaculación precoz en el caso de ellos y de la ausencia de deseo o anorgasmia en las mujeres. No hace falta ser muy listo para repasar el añito que arrastramos en general y nuestros líderes en particular para imaginar el efecto sexual de tanto disgusto continuado. Lo corrobora el sexólogo y psiquiatra Juan José Borrás: "Cuando los problemas te superan, la frecuencia de actividad sexual disminuye y se exacerban las disfunciones". Claro que algunos se crecen en las adversidades.

Zapatero no se cansa de explicar que él cuando se va a la cama piensa en los parados. Sólo visualizar la cola de cuatro millones y medio deja la líbido noqueada pero si además, como asegura, le preocupa cada caso concreto, Sonsoles ha debido pasar a formar parte del mobiliario del dormitorio hace meses. De noche, encima, los problemas duplican su tamaño y nos acosan. A veces, Zapatero igual logra concentrarse aunque sea echando mano de las fantasías sexuales y consigue recrear en su mente un coro de paradas ultrasexies empeñadas en violarle como castigo a su infructuosa gestión. Pero cuando está a punto, jadeando y metido en el papel, Cándido Méndez se las lleva para encabezar la manifestación de la Huelga General. Con interferencias así no se puede concluir con éxito ni un polvo rápido. Por si fuera poco, las encuestas se han confabulado para hundir su autoestima. Ya no es el presidente dispuesto a luchar por los derechos sociales ni tan siquiera el hombre que a pesar de tener que hacer la travesía del desierto sabes que te conducirá al paraíso. Sin embargo, que se haya esfumado su sex appeal puede darle cobertura para desatar la pasión sin levantar sospechas.

(La cara de Zapatero mirando a Carla Bruni no precisa traducción)

Hace poco le pregunté a un diputado del que es amigo y con el que ha compartido vacaciones familiares. ¿Al presi le gustan las mujeres? A mi interlocutor se le atragantó el pato laqueado. "Es absolutamente fiel, lo mismo que yo. Tanto, que a veces decimos: no es que seamos fieles, es que somos tontos". Que le atraiga otra mujer no implica que se la pegue a Sonsoles, digo yo, pero la conversación sirve para ilustrar la imagen que su entorno transmite de su amantísima relación de pareja. El asunto más peliagudo se centra en cómo de saludable es su vida sexual sin entrar en sus usos y costumbres, que aunque es verdad que no me importan debo confesar que en algunas tediosas sesiones parlamentarias jugueteo mentalmente con cómo se desenvolverán sus señorías en materia sexual. Lo hago más que nada para darles una oportunidad, porque no me resigno a que sean tan coñazo como aparentan. Me despeja y me empuja a mirarles con otros ojos.

Por supuesto Rajoy no escapa a mis elucubraciones. Ese gesto tan suyo, cuando se queda con la boca abierta ensimismado en la nada en su escaño, te da pie a especular con que prefiere dejarse hacer. Y parecía tonto...Pero adviertes que se le van los ojillos de vez en cuando -por ejemplo, al entrar o salir del hemiciclo alguna de las tipógrafas estrella- y eso que es disimulado y su conversación versa más sobre fútbol y baloncesto que sobre féminas, según me chivan algunos de los peperos que charlan más con él. Con Viri, su mujer -tan tímida y enemiga de los medios como Sonsoles-, no le intuyo batiendo récords. Como soy consciente de que me estoy dejando llevar por las apariencias, le pregunto a Juan José Borrás si el aspecto engaña. "En líneas generales, un semblante alegre y satisfecho habla por si mismo. Quién irradia placer por algo suele ser. Aunque no se puede juzgar sólo por la cara porque te llevas sorpresas". Como soy optimista, yo también creo que deben ser unas fieras. Voluptuosos, traviesos o atrevidos, según les haya ido el día. Qué a Camps le cerca la justicia, pues el líder del PP se marca un striptease en la intimidad como terapia. Que las cuentas no salen en los Presupuestos, Zapatero juega a ser un alumno en manos de su profe...
Que al menos en el terreno sexual tengan recursos es un aliciente. Igual acaban trasladando la creatividad que les falta en la política a su día a día.

4 comentarios:

  1. Habría que estudiar, al mismo tiempo, sus comportamientos en el baño. Creo que aportaría también una buena dósis de humanidad a los personajillos estos.
    ;-)

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  2. Me he reído mucho, aunque has puesto imágenes en mi cabeza que no podré superar ni con terapia.

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  3. muy bueno Pilar, ya pensaba que era yo la rara imaginando cosas...

    un beso enoooorme desde Bcn

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  4. Que no os enterais! La mayoría de personas que se dedican a joder a los humanos -y los políticos son mayoría, junto a grandes ejecutivos- necesitan después que alguien les azote y les diga lo malos que han sido. Y Rajoy, que lleva lustros jodiéndonos, no es una excepción. Una pista: Lady Carla.
    Y junto a ellos destacan sexualmente los de derechas (de mente, no de partido) que tras prohibírnoslo todo, o al menos lo intentan, e imponernos un modelo de familia, se pasan luego todo el día de putas...como algún democristiano nacionalista con tics homófobos...

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