
Esto si que es transgresor. Un síntoma de cambio. Desde hace 100 años los presidentes del Congreso al dejar su cargo, encargan un retrato que cuelga en la Galería de Presidentes. Sorolla, Madrazo, Julio Romero de Torres, Rafael Canogar, Pérez Torrens o Macarrón, son algunos de los artistas que los firman. Pero Manuel Marín -a la izda-, el último ex presidente, está dispuesto a modernizar la tradición y va a pedir a la excepcional fotografa Cristina García Rodero que le inmortalice. Si ella no se niega, claro.

Todavía no han tenido tiempo de cerrar el acuerdo -igual aun no la ha podido llamar- pero Manuel Marín tiene claras dos cosas. Quiere que el retrato sea fotográfico y ya tiene pensado el nombre del autor. La tremenda fotógrafa Cristina García Rodero -a la izda Candleman, una foto suya- es su elección. ¿Por qué precisamente ella? El predecesor de Bono, el socialista que puso orden en ese circo de diputados desde abril de 2004 a enero de 2008, ha estado barajando a otros enormes fotógrafos pero la capacidad para captar la esencia y crear iconos que posee García Rodero le ha hecho rendirse ante su trabajo.

(En la imagen, Castelar por Sorolla)
El auténtico reto para Marín es convencer a Cristina García Rodero de que le convierta en objeto de deseo. Ni tan siquiera la tentadora posibilidad de ser la primera fotografa en romper con el retrato pictórico pesaría sobremanera en una mujer que no necesita portadas ni publicidad para ser considerada un referente.

La fotografía está de moda. No hay más que haberse paseado los últimos años por ARCO para comprobarlo. O haber tenido la suerte, como yo, de poder hacerte con una carpeta con cinco fotos de Masats hace seis o siete años y que te costara menos de lo que hoy vale una sóla foto a través de su galería. Marín está al corriente de esa tendencia y también sabe que el precio que se han pagado por alguno de los retrato de sus antecesores resultaría publicamente inaceptable. En el Congreso me explican que no hay un límite. Simplemente el ex presidente presenta un presupuesto y la Cámara lo aprueba o no. Lo habitual es que el presidente saliente tengo listo su retrato hacía la mitad de la legislatura siguiente aunque no existe ninguna norma al respecto. Así que Marín ya se está retrasando.
E

PD: Querido manuel Marín te sugerimos otros nombres en caso de que Cristina te de calabazas. Cada uno es de su padre y de su madre pero todos son grandes retratistas, y algunos incluso amigos. Ahí van: Alberto García Alix, Ramón Masats, Alberto Schommer, Richy Davila, Sofía Moro, Castro Prieto...
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