Cierre de filas. Eso es lo que dicen en el PSOE y en el Gobierno que se ha producido alrededor de la figura de Zapatero, consciente -¿por fin?- de que su magia se ha diluido. Cierre de filas, pero con mensajes coherentes y "responsabilidad" es lo que desean y piden, con sordina, desde los aledaños económicos del Gobierno, que siguen preocupados por todo lo que se filtra desde La Moncloa.
Por Ana R. Cañil
La cosa va mucho más allá de las contradicciones de los diferentes ministros sobre el dichoso impuesto a los ricos.
Tanto en medios cercanos al Ministerio de Economía, como del Banco de España, el Tesoro y otros departamentos más especializados aún, se vive como una pesadilla las ocurrencias de La Moncloa. Mas todavía desde la nota que La Moncloa envió el pasado 18 de mayo. Una pesadilla de recuerdo. Allí se reconocía, quizá por primera vez en la historia de un Ejecutivo, que tenían problemas serios con el prestigio del país. Contaban que la subasta de Letras del Tesoro había sido "floja" y dada la situación se "ha considerado oportuno no adjudicar más deuda".
Para el profano en estas lides, el comunicado del Gobierno pasa inadvertido, pero a lo expertos de los diferentes departamentos económicos citados, a los brokers, analistas financieros y demás estamentos de los que influyen en el prestigio del Reino de España como pagador, ese martes 18 de mayo, los congojos se les subieron donde podéis imaginar.
Porque es inaudito, increíble, que desde el mismo núcleo del poder, La Moncloa, se haga un comunicado sólo dirigido a las agencias, en donde ni más ni menos, España y su Gobierno reconocen que una parte de los temores que inspiramos son ciertos, puesto que la subasta de letras era "floja" y ante la posibilidad de no colocar todo lo previsto, habían decidido retirarse.
Los gabinetes de comunicación de los organismos económicos se volvieron locos ese martes negro, aunque sordo a los grandes títulos. Los periodistas económicos acribillaron a las gentes de Salgado y Fernandez Ordóñez. Cómo tenía que estar la cosa para que una nota tan poco común, donde implícitamente se venia a dar la razón a quienes anunciaban los problemas de nuestro país como poco fiable en el futuro, a la hora de pagar.
El personal experto se llevaba las manos a la cabeza, mientras intentaban mitigar el daño ya hecho y se rogaba a los medios influyentes que pararan, como pudieran, la metedura de pata, ya fuera desde la Oficina Económica del Gobierno que asesora directamente a Zapatero, o desde los departamentos de comunicacion, que no sabían lo que se traían entre manos.
Y sí, el daño se mitigó pero solo en parte. Fue imposible evitar que resaltaran lo de "floja" , según el mismo Gobierno, así como lo "inusual" del método.
Porque, como se preguntaba uno de los expertos consultados "desde cuando una subasta de letras se convierte en apertura de página, si no es porque se genera alarmismo bobo desde dentro mismo del corazón del sistema".
Así que cuando ayer el presidente aludió a su asunción de responsabilidad a la hora de tomar decisiones difíciles, más de un de experto económico del Gobierno se acordó de la dichosa nota de hace diez días, y se apunto en la agenda: "no olvidar, de nuevo, que también en La Moncloa, alguien más debe de asumir esa responsabilidad de las notas bobas".
lunes, 24 de mayo de 2010
Historia de miedo por una nota boba del Gobierno
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