martes, 11 de mayo de 2010

Cuendo la estrella eres tu en lugar de Mick Jagger o Wendy Sulca

Mayo ya no es el mes de las flores sino el de los festivales y con ellos llega también la hiperactividad de las autofotos en conciertos. La estrella no es el artista, eres tu. Ramón -El Fotográfico- y yo te explicamos qué te impulsa a fotografiarte sin freno. Y ya que vas a seguir con tu adicción, entérate de cómo hacerlas para que sea posible reconocer al grupo que actúa al fondo.Por Ramón Peco y Pilar Portero

('Parra y yo en un concierto de Depeche Mode en Londres' reza el pie de esta autofoto de pablogartner)

Consigues entradas para el próximo concierto -tranqui, todavía no hay fecha-, que puede ser el último, de los Rolling Stones. Te juegas la vida para hacerte un huequecillo en las primeras filas, entre los sobacos de los empotrados en las vallas de seguridad. En lugar de aprovechar para fotografiar al mítico grupo, te pones de espaldas al escenario, estiras el brazo a tope, te enfocas la jeta y sueltas un flashazo aun a riesgo de quedarte ciego. Seguro que harías lo mismo en un recital de Wendy Sulca, Delfín Hasta el Fin y la Tigresa del Oriente. No tienes remedio.

El fenómeno se repite en cualquier concierto al que asistas, disparar el móvil o la cámara se convierte en un mantra que te empuja a una profunda concentración en ti mismo hasta hacer desaparecer a la estrella del cartel. Susan Sontag en su libro 'Sobre la Fotografía' analiza un fenómeno que ya en los años 70 le hizo reflexionar, la ansiedad por apretar el disparador. Me lo recuerda Delia Rodríguez mientras desayunamos en el Gregory's: "Sontag explica que los turistas japoneses, alemanes y estadounidenses como les cuesta desconectar del trabajo, se dedican a hacer fotos, que es en si un trabajo". Un argumento que sigue vigente 35 años más tarde. No saber disfrutar del placer de no hacer nada más que observar a la gente y los acontecimientos.('Mi mami y yo en el concierto' es el pie de esta autofoto de verosweetly)

"Yo estuve allí. Ese es el mensaje que se quiere mandar a los demás. Se trata de mostrarse formando parte de un acontecimiento especial. Tiene su parte positiva y es que la persona que se hace fotos a si misma goza de una alta autoestima". Me comenta el psiquiatra Benito Peral. Yo le insisto en que para mi es una expresión de egocentrismo adolescente, al margen de la edad, que permanece latente y estalla cuando menos te lo esperas. Y cuando eso sucede, engancha.


Las teorías del anciano psicólogo estadounidense David Elkind me dan la razón. El concepto de 'audiencia imaginaria' permanece hasta ya entrada la edad adulta y explica esa percepción de considerarse centro del universo hasta el punto de creer que el resto te observa como si lo fueras. La fotografía digital, con sus cámaras ligeras que son una prolongación de uno mismo y el mimetismo con el entorno -una mayoría haciéndose fotos sin pudor de espaldas al escenario-, ha propiciado también la resurrección del estado de 'fabula personal' consistente en sentirse único. Los festivales con su intensivo de conciertos y la multitud envolviéndote resultan el paraíso para los hiperactivos autofoteros.(Ramón y yo pasando de la autofoto gracias a Txema Rodríguez)
Un poco de técnica

Hacerse un autorretrato solo o acompañado en un concierto no es tarea fácil. Supone enfrentarse a una escena en la que la luz escasea, a un ambiente con poco espacio para movernos y rodeados de una multitud que seguramente ande pegando brincos. Con todas esas pegas lo normal es que la mayoría de intentos salgan mal.

Ya sabemos que una foto de esa clase es un documento cuyo valor es sobre todo sentimental. No se trata de hacer virguerías técnicas. Pero hay que intentar al menos que la imagen que logremos sea medianamente buena. Te damos aquí algunas pistas. Sobre todo pensando en os que hagáis las fotos en un recinto cerrado o de noche. Si el concierto transcurre a plena luz del día la operación es mucho más sencilla.

1. El equipo. Por supuesto no es necesario que te compres ninguna cámara para hacer estas fotos. Te apañas con lo que tengas y ya está. Aunque si tienes alguna máquina en un cajón sácala e intenta no conformarte con el móvil (tampoco vale con el iPhone, ya te contamos hace tiempo que su cámara es bastante mala). Pero, vaya, si vas con frecuencia a conciertos y estás a punto de comprarte algún trasto te contamos algunas características que debe tener.

2. Estabilizador de movimiento (de verdad)
. El estabilizador, sea mecánico u óptico, te permitirá que las fotos no salgan movidas aunque te tiemble el pulso. Pero mucho ojo, los fabricantes de cámaras suelen mentir bastante. Es importante que si compras una cámara compacta sencilla, o no tan sencilla, tenga estabilizador óptico o mecánico. A partir de unos 150 euros las hay con esa función. Insiste bastante al dependiente sobre ese aspecto. No vale que nos la vendan sólo con estabilizador electrónico. Eso es un truco para que compres una que al disparar con poca luz hará unas fotos que parecerán un mosaico de píxeles.

3. Óptica muy luminosa y de calidad
. Dispares con una réflex, con una cámara compacta buena o regular o con un móvil lo importante para una foto así no es el flash. Lo importante es que el objetivo permita que entre el máximo posible de la escasa luz que hay en el ambiente. En ese sentido los Nokia de la serie N utilizan ópticas muy luminosas y de calidad. Son los únicos teléfonos que te recomendamos para hacer esa clase de fotos (y muchas otras). De hecho el Nokia N8 promete incorporar una buena cámara (será el primero en incorporar algo que se merezca de verdad ese nombre). Y ahora te preguntarás ¿a qué llamamos una óptica muy luminosa? Pues aquella que en su objetivo marca un valor de f/2.8 o menos. La Canon Powershot S90 y la Panasonic Lumix LX3 son dos cámaras modélicas en ese sentido.

4. Que la pantalla de la cara. Si vas hacerte un autorretrato con tu propia cámara es bastante importante saber que demonios estás enfocando. Ten en cuanta que hay cámaras que tienen pantallas abatibles que permiten girarlas. Así puedes ver lo que andas disparando. Las hay incluso que son réflex (Nikon tiene algún modelo). Aunque suponemos que no vas a ir con un trasto tan pesado a ninguna parte (si lo haces, enhorabuena). Panasonic tiene algunas cámaras de sus sistema Micro Cuatro Tercios que dan una gran calidad y tienen una pantalla completamente abatible. Con una de esas te saldrán autorretratos perfectos. Si buscas algo más pequeño te recomendamos las Samsung PL100 y PL150. Tienen una pantalla auxiliar frontal para los más vanidosos.

5. ¿Cómo hago la foto? Intenta mantener un mínimo de sangre fría a pesar del jolgorio que te rodea, aunque tampoco te pongas grave. En ese caso puedes terminar pareciéndote a Noah Kalina, el rey en internet de los autorretratos. Concéntrate mínimamente en la toma.

6. Dispara con flash, pero no de cualquier forma. Es muy probable que tu cámara tenga varios modos de disparo. Con un poco de suerte alguno que te permita disparar paisajes nocturnos con gente en primer plano. Ese es el que debes elegir. La cámara en ese caso disparará el flash con una potencia limitada y con una velocidad de obturación algo lenta (para evitar que el lejano escenario aparezca a oscuras por tener una insuficiente exposición). Si no dispone de ese modo y te permite manipular en manual los controles entonces guísatelo tú mismo: velocidad de obturación de 1/30 como máximo y potencia de flash baja con reducción de ojos rojos activada.

7. Lo difícil es encuadrar. Sí, ya sabemos que con todo el ajetreo no tienes mucho tiempo para encuadrar correctamente, los empujones no ayudan. Pero intenta lucirte un poco, sobre todo si sales con alguien en la foto. Debes mirar al objetivo, tener puesta la distancia focal mínima (para abarcar todo el espacio posible en la escena), estirar el brazo al máximo para alejar la cámara (así amortiguarás la distorsión del rostro que produce una lente angular), intenta poner tu mejor cara (ojos bien abiertos, eso es fundamental) e intenta establecer una línea imaginaria entre el objetivo y tú (sobre todo si tu cámara o móvil no tiene una pantalla en la que ver lo que estás fotografiando). Si quieres que salga el escenario de fondo haz primero una prueba para ver si estás encuadrando bien.

8. Haz dos fotos. No es cosa de que te pongas pesado, pero no te conformes con una única foto si de verdad te importa captar el momento. Intenta disparar al menos dos tomas. Eso nunca falla. Una siempre será mejor que la otra.

9. Juega. Quizá alterar valores como la velocidad de obturación puedan darte mucho juego al hacer las fotos. Eso quizá le de un aire más creativo a la toma. También puedes probar a disparar ráfagas, eso suele dar buenos resultados pues siempre habrá una toma en la que salgas más guapo que en otra. Pero en ese caso ten en cuenta que la cámara debe rendir bien a sensibilidades ISO altas (cosa que si es una compacta es difícil que suceda). Además, en ese caso no puedes usar el flash. Pero eso quizá también tiene su gracia. Sobre todo porque evitarás salir con un estallido de luz en el rostro.

10. Muévete. Ninguna cámara, por buena que sea, logra hacer buenas fotos si tú no te mueves. Ya sabemos que un concierto no es el mejor lugar para andar dando muchas vueltas, pero aprovecha el poco espacio que tengas hasta lograr el mejor ángulo.

11. ¿Hacer balance de blancos manual? No te lo recomendamos ni aunque seas un experto haciendo fotos. Los focos con luces de colores no ayudan y perderías mucho tiempo ajustando eso. Mejor cruza los dedos y confía en los señores japoneses que diseñaron el balance de blancos automático de tu máquina.

Bueno, después de contarte todo esto nos encantaría que si te has hecho autorretratos en un concierto nos los enseñes.

PD: Ramón Peco es un todoterreno con una intuición innata para captar la realidad con la precisión de una fotografía y mostrarla de una manera tan apetecible que te será imposible no devorar cualquiera de sus sugerentes artículos. El affaire entre El Fotográfico y tu2is.es sólo acaba de empezar.

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