Por Ana R. Cañil
¿Por qué dos jueces de izquierdas, Margarita Robles y Luciano Varela, se han aliado con la Falange Española y Manos Limpias, ambos de extrema derecha, para hundir a Baltasar Garzón? La respuesta requiere recordar algunas de las miserias entre magistrados, viejas vendetas que van mucho más allá de los textos de los autos contra Garzón, un juez siempre en el límite, tanto en la instrucción de los sumarios como en los procedimientos. Un tipo lleno de luces y sombras. 
¿Llevas unos días oyendo hablar del juez Garzón, de que le quieren inhabilitar e incluso que pueden sentarle en el banquillo por
querer investigar los crímenes contra el franquismo y te suena raro? ¿Te preguntas por qué al personaje más influyente y conocido de España, junto con el banquero Botín, le quieren hundir?. Puede que el banquero y el superjuez no sean como para desmayarse o pedirles un autógrafo, pero han exportado el nombre de España sin complejos y algunos trabajitos gordos se han marcado. Otra cosa es que dentro gusten más o menos. O nada.
Si te cuesta visualizar o te da pudor imaginar que dentro de unas semanas o meses la foto de un Garzón inhabilitado, expulsado de la Audiencia o sentado en el banquillo, dé la vuelta a medio mundo en las noticias, acusado por intentar investigar los crímenes contra la humanidad de la dictadura de Franco, no estás solo. Somos muchos los despistados.
La curiosidad aumenta si a eso añades que este juez, cuya personalidad esta llena de claroscuros, pero que fue quien inició el proceso contra el dictador chileno
Augusto Pinochet, por asesinato de ciudadanos españoles durante la dictadura; que luchó para sacar adelante el terrorismo
de Estado de los GAL, con todos los elementos en contra, por no hablar de la denuncia de
la conspiración de sus colegas en el caso Sogecable, a este tipo, tan admirado como odiado, lo llevan al banquillo por la denuncia del seudosindicato Manos Limpias, y por la Falange Española, dos asociaciones de extrema derecha.
Si sumas, como denunció la nieta del
doctor Negrín, que al superjuez estrella -que lo es a conciencia- lo van a juzgar magistrados del Supremo que "
juraron ante Dios lealtad al Caudillo y a los Principios Fundamentales del Movimiento", el asombro te frunce el entrecejo.

Pero si ya te enteras de que son
dos magistrados de izquierdas, Robles y Varela, los que han dado pábulo a la denuncia de la Falange Española y de Manos Limpias, el asunto parece un guión escrito por los partidarios de la Inquisición.
Por eso hemos hecho algunas preguntas a tres personas que conocen las oscuras trastiendas de la Justicia. Un ex juez, un fiscal y un abogado y periodista. Todos apasionados de estos asuntos. Y, por último, a un ex ministro de la vieja guardia socialista.
Esto es un resumen de las preguntas y las respuestas, más allá de los contenidos de los autos para procesar a Garzón o las consideraciones de su defensor, que puedes encontrar, cada día, en los
texto de Julio M. Lázaro en El País. Si te apetece, puedes empezar por los textos de este mes de febrero, desde el 3 o el 4 de marzo.
Nuestras explicaciones son un compendio breve de las de los expertos en fontanería de la justicia. Claves internas, tan humanas como miserables, porque entre los magistrados, los resentimientos y odios de décadas son alimentados de forma fructífera.
P) ¿Por qué ese empeño del magistrado Varela, un juez progre, cofundador de Jueces para la Democracia, en sentar en el banquillo a Garzón por una denuncia de la Falange, a la que además le filtra los datos de la Asocición de la memoria Histórica?R) Luciano Varela es un "producto" de
Juan Alberto Belloch , el último superministro de Justicia e Interior de la última etapa de Felipe González. Belloch trató de convencer al ya noqueado González, con el síndrome de La Moncloa -años 93 y 94, terrorismo Gal, caso Roldán, Amedo y Domínguez, el señor X de los GAL, espías, Perote, corrupción- de que todo lo arreglaría él con los dos ministerios juntos, el de Interior y Justicia.
Varela elaboró con Belloch la Ley del Jurado y fue ponente del texto, una vez que ya había sido premiado con la elección de un puesto en el Tribunal Supremo en 1997. Es "tronco" de Belloch, "como Maragarita Robles, por supuesto, el personaje más peligroso de esta historia contra Garzón" explica una de las fuentes consultadas. Hay unanimidad en que Varela es una elaboración de Belloch y de la propia Robles.
Lo asombroso es que hubo un tiempo en que
Garzón y Varela fueron amigos, allá por el inicio de los 90. Hasta era su presentador oficial en los actos de Galicia. La "operación Nécora" contra Ricardo Portabales la empezó Varela en Galicia y acabó en Garzón, en la Audiencia Nacional.
Aquellos tiempos están ya muy lejos. En septiembre pasado, Luciano
Valera, ponente del proceso contra Garzón en el Supremo, le sometió a un interrogatorio donde quedó claro que donde hubo amigos ahora hay enemigos.
P)
Pero ¿es eso suficiente para odiar tanto a Garzón, cuando fueron amigos y colaboraron en momentos raros, como los tiempos de la corrupción?R) La clave esta en el exministro Belloch. Recuerda que hay que leer aquello de Pedro J.Ramírez que envenenó con
Belloch el conspirador, donde se revelaban muchas cosas sobre el trío de jueces de moda, el propio Belloch, luego peleado a muerte con Garzón, Ventura Pérez Mariño y el propio Garzón. Belloch filtró sumarios y papeles a Pedro J. escribió el director de El Mundo. "Pero los blogueros sois muy jóvenes para recordar aquellos tiempos" apunta el ex ministro de Gonzalez. (Ya quisieramos ser jóvenes algunos. Y los jóvenes, sabéis navegar por la red. Incluso buscar libros.

P)
¿Y el respaldo de Margarita Robles desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a la actuación del juez Valera?R) Son amigos. Margarita fue secretaria de Estado con Belloch en el superministerio de Interior. Ambos llegaron tras "la espantá" de Garzón del Gobierno de González. "Felipe no le hizo ministro al superjuez, se cabreó y se volvió a la Audiencia y Belloch y Margarita juraron que no se podría llevar por delante a los ex ministros de Interior Barrionuevo y Corcuera. Ni por supuesto, a Rafael Vera, el hombre clave de la Seguridad del Estado durante los lustros más duros. Todo salió mal como vió después. Barrionuevo, Corcuera y Vera fueron juzgados, cada uno por casos distintos. Fue la vendeta de Garzón, según el criterio del grupo de Barrionuevo y Vera, junto con sus amigos. Y el fracaso de Belloch y Robles, que además hicieron el ridículo con el caso Roldán".
Vamos, todo el culebrón de los años 90, terrorismo de Estado y corrupción, el dúo mortal para la última etapa de los gobiernos de Felipe González. Y Garzón es ese perro flaco, lleno de pulgas, al que los cadáveres que ha ido dejando por el camino, ya sean de derechas o de izquierdas, la quieren echar el diente. A Varela, Robles (que nunca perdonó a Garzón el ridículo de los papeles de laos) se ha unido
Rafael Vera.
"Y por supuesto, no olvides la que a los jueces, mayoritariamente de derechas en este país, a esa ofensiva judicial que se va a aprovechar de los resentimientos de hace veinte años, hay que sumar a esa extrema derecha. Manos Limpias y Falange Española sabían, gracias a la derecha judicial más retrograda, que en este caso podían tener éxito" remata el abogado y viejo periodista, tras una larga charla.
P)
¿Podrán los magistrados internacionales de prestigio que se han movilizado salvar a Garzón?
R)Varela dirá al Supremo que es un asunto interno y está por ver que les acepte como testigos, por más que la defensa de Garzón lo pida. Al superjuez sólo le queda que a Robles o Varela les acogote el escándalo internacional de ver la foto de Garzón, inhabilitado y expulsado de la carrera.

P)
¿Y al actual Gobierno de Zapatero le preocupa ocupar los periódicos ahora por un caso así, donde volverán a salir temas de la vieja guardia socialista?R) Es un problema para ZP. Porque hay viejos socialistas, como los citados Barrionuevo, Corcuera, Belloch (en activo y alcalde de Zaragoza) o la misma Margarita Robles que todo eso del prestigio y la repercusión internacional les da igual. No se sabe si Felipe González podrá jugar algún papel si se llega al extremo de condenar a Garzón, pero lo más probable es que se ponga de perfil. Fin de este culebrón, de momento y si el olor a mierda no te ha dado arcadas.