jueves, 4 de febrero de 2010
Porque amo "Perdidos" y ¡si no te callas te cuento el final!
Por Ana R. Cañil
-Porque desde que me enganché, me olvido de que el resto del mundo existe y soy capaz de ver hasta seis capítulos seguidos.
-Porque es la evasión de una gran cárcel sin barrotes. De ese resto del mundo que incluye la ira por Haití, el paro, el empleo, los problemas económicos, la realidad que me tengo que estudiar cada día, pese a lo que me asquea.
-Porque cuando me aburro en las ruedas de prensa o en el Congreso, cuando alguien me echa - o echo- el discurso de "lo perdidos que están en el Gobierno" me acuerdo de la playa de Hawai y de las últimas escenas que he visto. Y si me hablan de "los otros", no pienso ni en el PP, ni en CiU, ni en IU, ni en los locos mediáticos, ni en el déficit, ni en Salgado. Es más, esta mañana mismo he oido a Montoro en la radio y ha hablado de "los otros" que siempre apoyan al "perdido" Zapatero y he pensado en quien será el jefe: Ben, Locke, Richard....
-Porque puedo ver la serie con Javier de 11 años, con Jana, una hispano-australiana de 12 tacos, con Char, de 16 o Anali, una universitaria de 26. Debatir sobre el guión con un parado de 35, otra parada brasileña, de 44 y un australiano de 48 o mi amiga Marivi, marciana y capaz de seguir todos los misterios.
-Porque es una nueva arma arrojadiza. Hemos visto la serie en diferentes tiempos: Unos a trozos, otros hasta la quinta temporada completa, algunos vamos por la cuarta, con orden riguroso. Y para callarnos o lograr algo del otro, practicamos una amenaza que funciona "o lo haces o te cuento qué le pasa Locke o quién es el jefe de "Los Otros"!
-Porque me encanta una dosis de irrealidad, misterio, amor, sexo, fe contra razón y no sé cuantas bobadas cotidianas más.
-Porque aunque me pierde Sayid, comprendo las dudas de Kate entre el canalla de Sawyer y el racionalista y prepotente de Jack.
-Porque todos son muy malos y muy buenos. Capaces de salvar una vida y de matar.
-¡Ah! Y otra razón interesante. He comprobado que las personas más bien sesudas, poco capacitadas para el toque fantástico o el cómic, las profundas, son incapaces de entender y seguir los guiones de J.J. Abrams y sus gentes.
Por estas y otras modestas razones ¡por favor que nadie me cuente el final! Llevo 24 horas luchando por ser sorda y me coloco unos cascos enormes, que para sí hubiera querido Hugo Hurley. Dejarme en paz. Sí, ya lo dijo Antonio Delgado el martes. Pertenezco a ese grupo que no queremos ver adelantos de baja calidad, ni saber ni un detalle, salvo la estupenda propuesta de Luis Murillo para partirme de risa.
Sólo dejadme esperar a verla, sola o acompañada. Hace mucho tiempo que no montábamos viernes, sábados o domingos, con palomitas y luces apagadas incluidas, un maratón de algo que nos abstrae del cutrismo diario.
Cabreo final. Acabo de buscar un link de Lost y una imbécil ya ha contado algo que no quería saber sobre Sayid. Me vuelvo a los cascos de Hurley.
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Hola Pilar, quisiera contactar contigo para enviarte una invitación para tu blog, para participar en un proyecto innovador en internet, si te interesa, me puedes enviar tu dirección de correo a julieta@deellas.com. muchas gracias!!!
ResponderEliminarLos misterios son buenos, los personajes estúpidos e irreflexivos hasta el paroxismo. Después de David Simon J.J. Abrahams me sabe a cheeseburger, pero me dejé aconsejar y entre noviembre y diciembre me zampé las 5 primeras temporadas. Es un vicio, pena que fuercen en exceso la testosterona.
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