martes, 2 de febrero de 2010
Todo el morbo para el viernes
Por Ana R. Cañil
Ni la jubilación a los 67, ni el déficit disparado, ni el prestigio de España como pagador...todo eso se quedará en pecata minuta ante la ¿reforma laboral o parto de ratón? que parirá Zapatero el próximo Consejo de Ministros. Ahí es donde dará la talla de lo que nos espera. ¿Soportaremos tanto morbo hasta el viernes?
Es la pregunta del millón. ¿Quién o qué le ha hecho a Zapatero cambiar de opinión y plantear medidas brutales -por lo impopular- como el debate sobre alargar la jubilación hasta los 67 años? Según el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha sido "el o mejor, la coyuntura" quien ha obligado al presidente a dar el giro. Al sindicalista, hasta ahora uno de los asesores de cabecera del presidente, la propuesta no le convence nada.
Según un ex ministro del Gobierno, "ha sido la realidad. El presidente empieza a aceptarla". Eso sí, siempre la verá venir más lentamente que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, hasta hace unas semanas poco menos que satanizado por el Ejecutivo de Zapatero, o que el ex vicepresidente Pedro Solbes y su equipo saliente.
Según un economista, "la presidencia de la UE le ha obligado a dar el giro. Necesitaba hacer un gesto de dureza ante las críticas que está recibiendo por parte de la prensa anglosajona. Unas críticas interesadas muchas veces. Tenía que demostrar lo que el mismo ZP dijo en Davos, que somos un país serio".
Según algunos tertulianos que no miden los tiempos, "ha girado ante el ridículo de la cumbre de Davos, donde se ha visto sentado con quien no debía, como el primer ministro griego".
Esta última versión es difícil de mantener, porque por mucho que improvise el presidente en materia económica -e improvisa- es imposible lanzar un debate de este calibre casi simultaneamente a su comparecencia en Davos. No tenía tiempo material y lo cierto es que ya anunció en rueda de prensa, en enero, que en el consejo del 29 habría que abordar el tema de las jubilaciones. A lo largo del año pasado, en diferentes ocasiones había pedido conclusiones sobre las pensiones y debatir dentro del Pacto de Toledo.
Total, que tras varias consultas, se nos difumina la idea -era esperanzadora, la verdad- de que en La Moncloa se escondiera un nuevo gurú, desconocido, que infundiera un poco de realidad y sentido común en el presidente. Una persona física, más allá de la propia ministra Elena Salgado, del director de la oficina Económica, Javier Vallés, del mismísimo ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba -que también sabe de pensiones, coyuntura y realidad- del jefe del gabinete y la fontanería, Jose Enrique Serrano, junto con el secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granados o del secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, del cual se dice que la vicepresidenta Salgado le escucha, pero no sin tensiones.
Hasta aquí, algunas de las personas que podrían imponer una gota de realidad sobre el optimismo impenitente y agotado de ZP, pero no son ningún nuevo gurú.
"Sí, esos son algunos de los nombres. Pero lo que le ha dado vértigo ha sido el déficit, 11,4% del PIB para el 2009 y el prestigio de la deuda que emite España. Cada vez estamos más lejos de Alemania, la referencia para la UE. Aunque no estamos tan mal, ni mucho menos, como nos quieren hacer creer, cerca de Grecia o Portugal" señala el ex ministro consultado.
La cuestión es que tanto a sus correligionarios como a la oposición, Zapatero les ha dejado sorprendidos por la áspereza con que ha lanzado un asunto como el debate de la edad de jubilación. Ha empezado la casa por el tejado, porque las pensiones es un problema a medio plazo, cuando lo que tiene sobre la mesa, a corto, muy corto, son 4.326.500 problemas sin resolver, que somos los parados.
Aún sin rechazar la discusión sobre la edad de jubilación, a la que la ministra Salgado ya ha situado en su justo límite, " será matizada" en el Pacto de Toledo, lo importante es lo que queda por llegar este viernes: la reforma laboral.
O el "engendro o pacto de ratón u otra sorpresa" que puede salir del Consejo de Ministros de este viernes, y donde el Gobierno intentará reconciliarse con los sindicatos, enfadados ahora por lo de la edad de jubilación, con lo cuál, esperemos a ver que sale de esa reforma laboral" vaticina el economista, que por cierto se sitúa muy cercano a las tesis del Documento de los 100 y a sus colegas, Javier Andrés y Rafael Doménech, quienes siguen preguntandose si nos podemos permitir no reformar el mercado de trabajo.
Así, después de tanta bronca con las jubilaciones, el prestigio de nuestra deuda como Reino de España, el brutal déficit público y demás temas impuestos por la señora coyuntura, ahora nos queda una de susto para el próximo viernes, la reforma laboral. ¿Se impondrá la señora realidad a Zapatero? ¿Será capaz de saltarse las amenazas de sus amigos, los sindicatos, tan necesarios en casi todo, pero tan obcecados con no perder poder corporativo en esta guerra?
De vuelta a las jubilaciones a los 67 años ¿quién les dirá a Santander, BBVA, Popular, la Caixa, Caja Madrid, Telefónica, Endesa (perdón Enel) o Iberdrola que se han acabado las prejubilaciones a los 52 años? ¿Miguel Sebastián?
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Ana, ¿te parece razonable poner a Campa en el mismo cesto que a los demás que mencionas? Tras leer su CV, no creo que su trayectoria profesional y formación económica internacional sea comparable a la del resto.
ResponderEliminarFue un parto de ratón.
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