viernes, 26 de febrero de 2010

El estilo de los políticos: Álvaro Nadal

Iniciamos con el diputado pepero el hábito -que todavía ignoramos si seremos capaces de mantener- de mostrar a España y al mundo entero la habilidad de nuestros hombres y mujeres públicos a la hora de elegir el atuendo por el que nos entran por los ojos, o no.


Por Pilar Portero

A Álvaro Nadal le brotan números en lugar de palabras. Si no tuviera que compartir la portavocía de la Comisión de Economía y Hacienda en el Congreso con Cristobal Montoro su cara sería mil veces más conocida y los argumentos públicos del PP ganarían enteros. Ayer mismo, se reunió con los tres mosqueteros pactadores de Zapatero -en realidad eran más Richelieu, Porthos y Aramis-, e incluso se le vió en todos los telediarios (mira el vídeo) al lado del ex ministro de Hacienda de Aznar, hoy convertido en una especie de abuelo cebolleta que lleva a rajatabla la máxima de demasiados políticos: antes una frase facilona y milimetrada para que entre en el corte del informativo, que una reflexión inteligente.

Licenciado en Harvard, Nadal es listo y normal. Esa es, al menos, la conclusión que he sacado después de observar detenidamente la velocidad con que reacciona en el escaño en cuanto Zapatero suelta un dato equivocado -la de clases que se quedó Jordi Sevilla sin impartirle- y de hablar unas cuantas veces con él en la bulliciosa intimidad del pasillo del Congreso. Antes de escucharle de cerca, le presuponía una computadora por cerebro. Sin embargo, su capacidad para analizar los hechos desde diversos ángulos, desde lo que resulta rentable para el partido, desde lo que es mejor para la economía o desde lo que conviene a los españoles, por ejemplo y entre otras cosas, le convierte en uno de esos especímenes que tanto miedo provocan a los socialistas de nueva hornada.

¿Por qué? Porque calculan que con un puñado más como él -y les tienen localizados con nombres y apellidos- la Moncloa, si pierden, será más difícil de recuperar. "Es algo así como el David Vegara del PP, el único en las gradas de la oposición capaz de hacer frente a Salgado con solvencia en un cara a cara porque es un técnico con conocimientos de economía profunda", corrobora mi periodista parlamentario preferido con el que comento el papel que podría jugar Nadal en un futuro cada vez más cercano. Su punto flaco, sus argumentarios necesitan traducción dado el exiguo interés por la economía que muestran la mayoría de los políticos y del electorado.

Estilismo: Gabardina en rojo teja de Carolina Herrera y corbata tornasolada naranja. Más que suficiente para destacar entre el tedioso adocenamiento que practican los diputados. Se agradece el arrojo. Si, ya se que no va vestido de punki pero entre tanto traje gris es como si lo fuera. Y encima, posa con naturalidad y sin complejos.

Nota: A veces las neuronas eficientes también son noticia.

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