"¿Qué va a pasar con la pensión de un joven de unos 30 años,  que se jubilaría sobre el año 2045? Pues (con el sistema actual de  pensiones) no sabríamos que deciros". La pregunta se la hacía uno de los  cuatro economistas que promovieron el "Manifiesto de los 100" que ya hizo mucho ruido con su propuesta de la Reforma Laboral.
(Chico, tu no llegarás a este hogar de pensionistas con la actual pensión)
Ana R. Cañil
Hoy han vuelto a hacer ruido. Más del que ellos quisieran,  gracias a la sinceridad y falta de corrección política de uno de ellos,  Javier Díaz-Giménez. Pero eso lo dejamos para el final a petición de los  interesados. Ahora vamos a intentar sintetizar lo que han propuesto  que, se este de acuerdo con ellos o no, al menos sirve para  abrir el  debate a la sociedad, sacarlo fuera del ámbito político. Esta semana ha  comenzado en el Congreso de los Diputados y al amparo del Pacto de Toledo, la negociación sobre vuestro futuro como ancianos. A puerta cerrada.
Los "Cien" quieren copiar el sistema sueco como ya han hecho los  alemanes, los portugueses o los italianos. En síntesis proponen tres  principios: "las pensiones deben ser proporcionales a las cotizaciones realizadas; la edad de jubilación debe ser flexible y adaptada a la esperanza de vida; y el sistema debe tener mecanismos automáticos de ajuste "de  acuerdo con como evolucionen los cambios demográficos y la situación  económica. Por eso recomiendan, que, "urgentemente" se tomen medidas  coherentes con esos principios, como ampliar el período de cálculo a  toda la vida laboral, elevar gradualmente la edad legal de jubilación a  los 67 años y ampliar de 35 a 40 años de cotización el tiempo necesario  para recibir el 100% de la pensión.
En resumen, y en palabras  del afortunadamente incorrecto Javier Díaz-Giménez, establecer un  principio de proporcionalidad. "Que tú pensión dependa de tus  aportaciones, hacer el sistema más flexible y que puedas cobrarla  haciendola compatible con otras rentas". Ser jubilado no tiene porque  llevarte al 100% a una vida laboral sin retribuir.
La propuesta abre la polémica, y más tras las afirmaciones de  Díaz-Giménez. El profesor del IESE ha puesto los pelos como escarpias a  sus colegas de mesa cuando -a titulo personal, quede claro- ha denunciado "la estafa" que  supone el actual sistema, que los políticos escamoteen ese debate a los  ciudadanos porque es materia sensible y el personal, supuestamente,  no  entiende.
Como el tema va a dar para discutir, ahí van otras perlas que han lanzado:
*"Reducir la reforma a la elevación de la edad de jubilación a los 67 años es insuficiente e injusto*.
*El sistema actual es injusto con los trabajadores de bajo nivel educativo, que entran a trabajar pronto, tienen historias laborales largas y sufren problemas de empleo al final de su vida laboral".
*De aquí al 2050 la tasa de dependencia se duplicará de forma que cada trabajador activo tendrá que pagar la pensión de un jubilado  (ahora es cuatro para uno). Si no se hacen reformas, el gasto en  pensiones se duplicará en la próximas décadas pasando del 8,3% actual al  15,1%".
En  fin, que si queréis enteraros, entrar en el link de FEDEA, pero que  sepáis que a Javier Díaz, los periodistas le han reprochado su falta de  contexto, le han preguntado sobre la vida laboral de la mujer, siempre  en desventaja; por el principio de solidaridad, de proponer un simple  sistema de capitalización. Pero el profesor, un polemista nato según  parece, lo tiene claro: ellos proponen su fórmula, más allá de entrar en  las salvedades sociales que luego, cada país, cada Gobierno quiera  hacer. Ya sean mediante pensiones mínimas, subsidios, prestaciones. Pero  es que todas las especulaciones económicas que se puedan hacer ahora sobre lo que va a pasar en el 2050, son pura literatura.  Su descaro y falta de corrección le costará más de una bronca, pero ahí está ya la polémica.
jueves, 7 de octubre de 2010
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¿Nos dejaremos robar las pensiones también?
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