lunes, 14 de diciembre de 2009

El día que Salander y el bidón de gasolina vayan al INEM



Dedicado a ese funcionario-a del INEM que esta harto del apestoso parado que no se entera


Por Ana R. Cañil

Buenos Días. Soy la parada 4.523.555. A Pilar Portero le gusta que el número acabe en 69 y a mí en 55. El gordo va a terminar este año en cinco y en estos momentos deseo que ni uno sólo de los empleados del INEM lleve un número que le permita ganar ni el reintegro de un céntimo de euro.

Veamos. Amanece un Madrid nevado, precioso, pero hay que equiparse para afrontar un día en el que hay que volver a la oficina del INEM de Atocha, ahora en la calle Méndez Álvaro. ¿La razón? Un abono que no entiendo. Primero solicité el paro (el abono es menor que el paro que me corresponde), pero luego y siguiendo los sabios consejos de un amigo, me acerqué otro día más para intentar convertirme en autónomo (así puedo cobrar colaboraciones, osea, chapuzas en el lenguaje de un parado normal) y que con el paro me paguen las cuotas de autónomo. (Con todo, pierdo mi jubilación después de 31 años cotizando, veinte de ellos al máximo, porque para la pensión solo cuentan los últimos 15 años tributados.)

Os ahorro la cola del primer día y la del segundo. Y el trato despectivo de imbéciles. Al fin y al cabo, he sido una privilegiada hasta ahora, por delante mi hay más cuatro millones de desempleados. Me extrañó el cabreo manso de la gente cuando entre las 11 y las 12,30 de la mañana, momento en el que la mitad de las señoritas y señoritos se levantan para ir a tomarse un café, que dura una hora y media. La mayoría de los funcionarios del INEM regresan con la compra hecha como para una semana.

Os ahorro también -todos los que estáis parados lo habéis visto- como algunos de esos empleados de por vida tratan a emigrantes, señores mayores, o personas de aspecto más humilde cada vez que intentan preguntar al guardia -o la guardia que dirían Leire Pajín y Bibiana Aído- alguna duda: "Eh! Usted, oiga, que no tiene nada que preguntarle al guardia, que no es un funcionario!" grita a menudo, en tono desabrido, un empleado, quizá el responsable de la oficina".

Es en ese instante cuando comprendes por qué hay guardias jurados en las oficinas del paro. Es difícil sujetar las ganas de tirarte a la yugular del prepotente que acaba de contestar a un rumano, a una señora marroquí o a un español de aspecto más que sencillo...Lo raro es que no haya más motines.

Pues bien, vuelvo al hilo del texto, que cuando estoy cabreada meto más morcillas de las habituales, que ya es decir. Esta mañana, una amiga me sugiere que no me arruine la hermosa mañana soportando el careto del personal que me toque en Méndez Álvaro y que llame al teléfono de mi oficina de empleo -ahora he cambiado la oficina bancaria por la oficina de paro, una travesía enriquecedora de verdad- que a veces responden. Ese asunto me lo pueden aclarar por teléfono.

El café de hora y media en Mendez Álvaro

A las 9,30 comienzo a marcar. Números de teléfono del INEM Mendez Alvaro, 914686099- o 914686863....Por supuesto, salta la consabida maquinita...Esta usted llamando a la oficina del INEM que atiende a los distritos 2807, 28012 y 28014...si desea usted información sobre contratos pulse uno, si desea información sobre....pulse 2...si desea no sé que pulse 901 11-99-99...Si no, espere que una operadora le atenderá (este es mi caso).

Son las 12,14 de la mañana, han pasado tres horas. Esta por oirse a la operadora que me va a atender. Tras la espera y el correspondiente gasto telefónico, la consabida voz de la maquinita dice "esta extensión no contesta...lamentamos que tenga dificultades...por favor intentelo de nuevo...."

Mi ira va en aumento. Estoy a punto de calzarme las botas y plantarme en Mendez Álvaro, vía tres estaciones de metro con una cámara de fotos en lugar de un bidón de gasolina. Por suerte para mi estómago recuerdo que tengo otro amigo que ha ido a apuntarse esta mañana a esa misma oficina. Le llamo al móvil y ¡Bingo!

"Chica esto es repugnante. Han abierto tarde con lo de la nieve y la gente nos congelabamos de frío en la cola. Pero lo peor es que han hecho lo mismo que tú me decías. Poco antes de las once, por grupos, los que atienden han ido chapando su numerito para irse a desayunar o a lo que sea, y aquí estamos...¿Cómo te van a atender por teléfono si hoy están hablando de la nieve, del frío y llevan horas bajando a tomar café? Te llamo cuando regresen con las bolsas de la compra, a ver si te pilla alguien la consulta!"

Último intento

Son las 12,30. Hago el último intento antes de colgar este post y apelar a ese personal, que tienen hijos y padres y un puesto de trabajo seguro, que están hartos-hartas de soportar asquerosos y pesados parados que nunca se enteran de nada. Llamo al 91 4686099 ....van seis llamadas, pero al fin y al cabo sigo siendo una periodista a la que enseñaron a contrastar sus crónicas con tres fuentes como mínimo, con al menos media docena de intentos... Nada. La máquina y ese "alguien que le atenderá enseguida..." que sigue jugando a la nieve enfrente de la oficina de Mendez Álvaro número 7...

Y entonces me digo que seguro que ese funcionario es un buen tipo, que estoy cabreada y que debo aplicarme el manual de cabecera del parado, que tengo los síntomas psicológicos...Pero nada de ello me funciona. Sólo me acuerdo de Salander y las ganas de coger un bidón de gasolina y una antorcha, más que una cerilla, porque la idea de ir con la cámara como arma y retratar los puestos vacíos de los empleados que se han largado a desayunar y preparar la Navidad me parece una nadería....

Y siento vergüenza porque mi ira estalle ahora, cuando me ha tocado a mí y hace ya muchos meses, muchos, muchos que otros millones de parados han soportado lo mismo...¿Serás tu el siguiente?

2 comentarios:

  1. he conocido el blog mientras intentaba descubrir que era eso de twitter y mientras leía cosas (o tweets, mejor dicho) había varias referencias a que tu2is se había convertido en el nuevo blog favorito de muchos tuiteros... la verdad es que me ha encantado lo que he leído hasta ahora, y este post creo que es estupendo (lo cuelgo con vuestro permiso en mi muro de facebook para darlo a conocer). un abrazo

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  2. a mí me tocó también esa oficina y doy fe de lo que dices, vaya panda, la paciencia de los parados es la de un Santo con esta gente

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