jueves, 10 de diciembre de 2009

A los académicos de la lengua no les molan Boris Izaguirre ni Valdano


Por Pilar Portero
Ni tampoco Laura Esquivel, la escritora mejicana autora de la cinematográfica "Como agua para chocolate", ni Elena Poniatowska, la aristocrática escritora franco-mejicana, entre otros famosos latinoamericanos de probada soltura gramatical. Y es que los ilustres veteranos que forman la Academia se han negado a que personajes tan populares como Boris o Valdano, promocionaran su última joyita, a pesar de que el corto estaba grabado ya: La nueva gramática de la lengua en la que han participado las 22 academias de hispanohablantes.

Hombre, interés interés, generan mil veces más Miguel Delibes -mi héroe desde que leí "El camino" a los 10 años- y Mario Vargas Llosa -del que también devoré, a los 14, "Pantaleón y las visitadoras"a escondidas, convencida de que detrás de tan sugerente título había contenido erótico-, quienes en vídeo han valorado el ingente trabajo. Y nada como escuchar a Miguel Delibes en diferido, breve y certero, para entender por qué los anónimos encajan mejor: "Mi mayor deseo sería que esta Gramática llegase al pueblo y se fundiera con él, porque, en definitiva, el pueblo es el verdadero dueño de la lengua". Gente corriente que masca el español y se lo pasa de boca en boca. Que igual pervierte una palabra o la declina con deliciosos resultados. Filipinos, colombianos, hondureños juegan con su lengua en el corto que esta mañana se ha proyectado en la presentación plagada de sabios y prohombres, 700 más 0 menos.


Hasta Ángel Gabilondo, ministro de Educación, ha impactado al personal con su cálido discurso y un guiño al poder del lenguaje. "Necesitamos impulso y aliento, también para gobernar como la Gramática, argumentada y reflexivamente, buscando el espacio común de los acuerdos, el espacio de legítimas diferencias" (Leerlo entero). Y eso que las brillantes reflexiones del padre de la Nueva Gramática, Ignacio Bosque, eran difíciles de eclipsar, a años luz del insípido discurso del Rey.

Que corran las palabras, como si fueran vino en las bodas de Caná. Hoy celebramos un casamiento multicultural, entre los intelectuales, obligados a estudiar los mecanismos, y las personas que crean y enriquecen los fonemas.

Nota personal para Óscar: Lo siento guapo, el lenguaje es librepensador e imprevisible. Por eso a estos señores tan listos les ha costado 11 años recopilarlo. Y encima, nada más nacer ya se ha quedado viejo. Eso es lo fantástico de que el idioma sea tan inquieto, no hay quien lo atrape.

1 comentario:

  1. Pilar, el lenguaje no pude ser librepensador:

    librepensador, ra.

    1. adj. Partidario del librepensamiento. U. t. c. s.

    librepensamiento.

    (De libre y pensamiento).

    1. m. Doctrina que reclama para la razón individual independencia absoluta de todo criterio sobrenatural.

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