martes, 27 de abril de 2010
¿Buscas empleo? Ponte en la lista de los que esperan la llamada de Rato
Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid desde enero, se mueve. Y cada movimiento que hace genera un runrún inquietante entre los viejos colaboradores de sus tiempos de gloria como vicepresidente económico de los gobiernos Aznar. Decenas de gente, de diferente condición, esperan su llamada para emprender un nuevo futuro, pero solo Luis Maldonado y su supersecretaria de siempre, Teresa Arellano, más la modelo Helen Lindes -con contrato temporal- han sido fichados.De Guindos fue capaz de unir a las "viejas" glorias. Unas más que otras.
Por Ana R. Cañil
También despierta la ilusión en sus nuevos conocidos, los que llegaron a él tras su paso por el FMI o en el corto período que ha estado en Critería (la Caixa) o asesorando al Santander. Corren tiempos muy duros y conviene estar cerca de la que será la fusión -más o menos grande- que en su día Rato pilotará al frente de Caja Madrid.
Muchos son los que se mueren por volver a trabajar con el "hombre de más carisma del PP" . No sólo por su persona -humor, dotes de mando, proyección internacional, etc. etc.- sino porque Caja Madrid, aunque menos lucida en los últimos tiempos, es un valor seguro.
Y Rato se mueve intensamente desde que estalló la primavera. Lo mismo se presta a la presentación del libro de Luis de Guindós con Aznar y Rajoy , que se convierte en pieza clave para que Fainé, presidente de la Caixa, sea sucesor de Quintás al frente de la CECA ; que se marcha a Euskadi y se marca una intervención centrista en apoyo de Antonio Basagoiti y quita dramatismo a la situación económica.
Los nervios de los que esperan
Ante tanta movilidad, los que esperan a Mr. Rato cada día están más inquietos. Pero ¿quienes son esos que se comen las uñas y sufren una taquicardía cuando el móvil lleva número oculto?.
Entre los famosillos de la economía y la política se citan :
A Luis De Guindós, el ex secretario de Estado de Economía de Rato, que acaba de dejar Price a medias. Si, mediante una fórmula un tanto alambicada, que le permite seguir jugando un papel importante y discreto para el PP de Rajoy cuando Montoro se bloquea. De Guindós ha pactado puntos de acuerdo económico entre el PP y la ministra Salgado, pero además, esta siempre a la espera de echar una mano a Rato.
Luis De Guindós es, sin duda, la alternativa más solida del PP -además del propio Rato- si un día Rajoy ganara las elecciones. Y si no, siempre podrá trabajar con su antiguo jefe en esa gran fusión que tendrá que hacer, además de en la limpieza de Caja Madrid, que no está en su mejor momento.
Pero no todos los que esperan tienen un futuro tan prometedor como el de Luis de Guindós. Tenemos a Juan Costa, ex secretario de Estado de Hacienda también con Rato. Costa anda por la vida con una cara de perrillo apaleado desde que su hermano cayó en desgracia con la trama Gürtel. Estos días presenta su libro no solo en Madrid con Rato, sino por toda España como un "Al Gore español". Hace meses que tenía que haberle caído la oferta de Rato.
Un tercer hombre que confía en Rato para su futuro es Juan José Güemes. Según varias fuentes populares, el fugado ex consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre confía en que su antiguo jefe y mentor, don Rodrigo, le fiche para algún cargo en Caja Madrid, lugar donde tantas cosas hay que hacer.
Quedan nombres de más relumbrón, que tienen su futuro amortizado, pero cuentan con experiencia. Ese sería el caso de Manuel Pizarro, el expresidente de Endesa y exdiputado del PP de Rajoy -aquel que fue gran fichaje del PP para la economía y luego le dejaron aparcado y plantado como una seta- a quién casi con seguridad, y si sus asuntos familiares se lo permiten, no le importaría sentarse en el consejo de la caja algún día y echar una mano a Rato, ahora que no esta Blesa.
Pero más larga aún es la de los segundones y aspirantes a los departamentos de comunicación, tanto en la caja como en la Fundación de la entidad. Nos guardamos los nombres por respeto a los colegas, que todo el mundo tiene derecho a aspirar y salir del paro o cambiar de curre.
Y mientras, el presidente de Caja Madrid sólo ha realizado tres movimientos rotundos. Uno, fichar a Luis Maldonado como director de gabinete, un hombre fiel que ya estuvo con él en el FMI; y dos, fichar a la modelo Helen Lindes para la campaña de publicidad de la caja. Eso sí, temporalmente. Y tres, llevarse a Teresa Arellano, supersecretaria de toda la vida.
Perdón, y dejar en el consejo a José Manuel Rodríguez Norniella, un clásico de Rato que asombra al personal.
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Se le cae la baba.
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