Aznar y Rajoy ni se aman con la fuerza de los mares ni con el ímpetu del viento

Por Pilar Portero

El momento babas que protagonizaron en la última Convención del PP los que hasta hace poco parecían enemigos irreconcilliables, es más un matrimonio de conveniencia que un amor a quemarropa. El presidente de honor y el presidente a secas del PP disfrutaron hasta de un momento de intimidad en Sevilla el pasado fin de semana, después, eso si, de establecer los términos del contrato.

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Ni se aman con la fuerza de los mares ni con el ímpetu del viento. Sobra la aclaración, lo se. Pero lo cierto que es el abrazo de reconciliación que escenificaron se ha convertido en un mantra, que sus respectivos equipos de confianza están tratando de difundir como si fueran los apóstoles del PP. Cualquiera que haya hablado unas cuantas veces con algunos de sus fieles -si es que se puede considerar que la fidelidad existe en política- no puede tragarse semejante cuento chino. Así que rascamos un poquito para enterarnos de las clausulas que han firmado. Por puro cotilleo, porque la verdad es que los políticos nos aburren cada día más.

¡Qué bonito es el amor, eh!. Le digo nada más encontrarnos a uno de los hombres de confianza de Aznar. Él se ríe. "Es que tienen una relación muy fluida". Ya. ¿Cúal es el pacto?, insisto. "No hay pacto. Sólo es que ya era hora de enterrar esa imagen de falta de sintonía".  La capacidad del político para tratar de convencer al personal de que lo que ellos mismos te han estado retransmitiendo y tu han visto en vivo y en directo era de otra manera, es infinita. Lo cual me obliga a citar el histórico de agravios en versión comprimida para ahorrarnos tiempo. "Es que Rajoy pretendió vender, tras su fracaso del 2008, que Aznar era el culpable de la derrota cuando los que perdieron las elecciones fueron Rajoy, Zaplana y Acebes, un equipo elegido por Rajoy y en cuya designación Aznar no tuvo nada que ver", concluye la misma fuente. "Lo que importa ahora no es el pasado sino el presente". Como en los cómics, visualizo La Moncloa dentro de un bocadillo de pensamiento con forma de nube.


"Ultimamente se ven más y hablan más, hasta comen juntos y la gente de unos y de otros está trabajando con más confianza", cita otra fuente próxima al presidente de FAES. Ya sólo la división que mi interlocutor establece al referirse a los unos y a los otros revela que lo que se dice follar, todavía no han follado. "En los grupos que se han creado de cara a las elecciones para definir el programa electoral por áreas, y que comandan Ana Mato y el ex ministro Arias Cañete, hay expertos de la órbita de FAES. En las mesas y foros de debate de la convención de Sevilla también se ha producido una mezcla muy interesante". De hecho, el rotwailer del jefe, Mª Dolores de Cospedal, presentará el próximo lunes 31 el informe que la Fundación que presiden Aznar ha elaborado sobre el gasto de las autonomías. Otro símbolo de reconciliación. 

Rajoy se ha comprometido a reconocer a Aznar públicamente y a dejar de ignorarle como si fuese transparente. "Vamos a colaborar porque lo importante ahora mismo es aunar esfuerzos. Aznar va a tener el protagonismo que él quiera tener. El jefe y él están más próximos. Rajoy lo que quiere es sumar, no restar. Después de lo de Cascos hay que mostrar fortaleza". Ahora es uno de los hombres del candidato a presidente del Gobierno el que quiere hacerme comulgar con ruedas de molino. Ah, importante: Aznar y Rajoy mantuvieron un encuentro en privado en Sevilla. Lo recalcan ambas partes contratantes como evidenciando que el chocar de cuerpos sobre el escenario tuvo su continuación entre bambalinas.

Buff, si por lo menos el juego político tuviera una pizca de ingenio, si fuera más excitante, o divertido... ¿es mucho pedir?