Por Pilar Portero
¿Si estuvierais en el Gobierno que actitud mantendríais sobre el Sáhara? ¿es sólo 'lamentable' la carga del ejercito marroquí contra los saharauis en el Aaiún? Dos preguntas sencillas que dan miedo a sus señorías tal y como hemos constatado esta misma mañana en el Congreso. El campamento arrasado en el Aaiún, Sáhara Occidental por policía marroquí |
Joan Tardá, de ERC, no tarda en reaccionar para criticar a Jáuregui. "Sus palabras son de un cinismo absoluto porque sabe que el Estado de Marruecos no se puede equiparar al resto de Estados democráticos. Imagina que esto lo hubiera dicho el PP. La que se hubiera montado. Las declaraciones de la ministra también me parecen impúdicas. Hemos pedido la comparecencia del presidente del Gobierno, a ver cómo explica el abandono de las responsabilidades...". ¿Y vosotros que hubierais hecho? pregunto inocéntemente. Aquí ya el tema se diluye y la solidaridad de Cataluña para con el pueblo saharaui inunda la conversación. Rosa Díez ( UPyD) recuerda que en la última etapa del Gobierno de Felipe González -en la que ella militaba en el partido socialista- el Sáhara propiciaba encendidos debates pero que entonces "el pragmatismo de ponerse al lado de los fuertes, venció. El compromiso español sobre el derecho de autodeterminacón sigue vigente. Hay que preguntarse que hubiera hecho el Gobierno si esto hubiera sucedido en un campamento palestino. Tiene gracia que ahora confiemos en que los propios delincuentes investiguen el delito".
Abordo a la ministra de Defensa, Carmé Chacón y también al ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Ambos se remiten a las palabras de Jáuregui, ministro de Presidencia. La consigna es el silencio. Pruebo con Garmendia, ministra de Ciencia, y me suelta una frase para la posteridad: "Me consta que la ministra de Asuntos Exteriores está personalmente involucrada y trabajando para solucionar este tema". Olé. Rosa Aguilar, al menos se manifiesta. "Nosotros tenemos un compromiso con el pueblo saharaui. Ante todo mi solidaridad con las víctimas y sus familias. Habrá que esperar a ver como es la investigación y cuáles son las conclusiones. Creo que se ha hecho todo lo que se puede y se debería hacer", añade la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino.
El antecesor de Rosa Aguilar con Aznar, Miguel Arias Cañete charla con Cristobal Montoro en el pasillo del Congreso. No puedo aguantar las ganas. Usted que habrá tenido que negociar acuerdos de pesca con Marruecos ¿tendrá una opinión sobre cómo interfieren los intereses comerciales españoles con el deber histórico de garantizar el referéndum del Sáhara Occidental? "Negocié, si, pero fue un desastre. ¿Viste lo que pasó con Aminetu Haidar? Pues ahora lo mismo. No puedo hablar porque este tema es de Moragas y Arístegui". A Soraya Sáenz de Santamaría también le insisto para que aclare la postura de su partido sin grandes resultados: "Hemos pedido la comparecencia urgente de Zapatero para que explique la posición española en la Junta de Portavoces de la mañana pero Bono no ha dejado que se tramitará porque según él, no habíamos avisado antes". Ya, ya ¿pero si el PP estuviera en el Gobierno?. "Yo soy partidaria de la neutralidad activa". Suena bien, ¿qué significa? "Ahora no puedo, me están esperando", dice mientras se aleja. Lo intento con González Pons. "Si estuviéramos en el Gobierno hubiéramos mantenido una postura más firme".
Descorazonador, la verdad. Y es que este tema, lo siento pero no practico la neutralidad.
Yo tampoco.
ResponderEliminarSin embargo, no puedo decir que me sorprenda lo más mínimo tanta hipocresía viniendo de nuestros políticos. Todos estos temas para ellos no son más que putas fichas que valen votos.
Treinta y cuatro años de cinismo. Más de tres décadas en las que España es cómplice y cooperadora necesaria del genocidio saharahui, igual que los EE.UU. lo son del genocidio palestino. Ya sé que la política internacional es un juego interminable de equilibrios en la cuerda floja (me viene a la mente la genial escena de "Los viajes de Gulliver", de Swift, en que los ministros de Liliput deben hacer cabriolas payasescas y espectaculares para tener el beneplácito de su rey), pero, digo yo, ¿tan difícil es, por una cochina vez, que nuestros gobernantes den prioridad a lo que predican, en lugar de a sus propios intereses?
ResponderEliminar¡Qué sensación tengo de vivir en una burbuja de falsedades e impotencia! Eso sí, cada cuatro años, vamos a las urnas como gallinas que deben decidir, democráticamente, el modo en que prefieren ser cocinadas, que si en pepitoria, guisadas, al horno... pero en las papeletas no figura la opción de "seguir viviendo".