miércoles, 13 de enero de 2010
Por qué ZP sujeta los testículos de Pepe Blanco
Por Ana R. Cañil
Blanco, el ministro de Fomento superviviente de Nueva Vía, tiene papel en la sucesión de ZP, pero aunque el gallego sabe jugar al Trivial y conoce la trayectoria de algún ministro de Fomento que llegó a presidente del Gobierno, está sometido a una ley inexorable: el número uno siempre tiene agarrado por los testículos a su dos. Traducción, por más que Blanco lo haga bien, ZP siempre le tendrá atrapado por sálvese la parte. En La Moncloa solo preocupa quien y por qué ha lanzado el asunto desde el seno del PSOE.
José Blanco, titular de Fomento del Gobierno Zapatero y vicesecretario del PSOE, finalizó ayer su comparecencia en el Congreso de los Diputados sobre el nuevo "Modelo de gestión eficiente" aeroportuaria, arrasando. Con sus trece folios de informe -26 en realidad, porque están escritos por las dos caras- más las declaraciones sobre lo que ganan los 713 controladores aéreos (alguno más de 900.000 euros) y las cuentas detalladas de los 48 aeropuertos españoles, presentadas por primera vez a sus señorías, dió varios titulares a la prensa.
Y sorprendió a la oposición, a la que entretuvo con la política del palo y la zanahoria. Sobre todo a los grupos catalanes -Ridao (ERC) le padeció sin tregua- que estaban dispuestos a dar guerra con la autonomía y la gestión de El Prat. Acabadas las cuatro horas de tomas y dacas, el número dos de Zapatero salió con más subidón del que había entrado gracias a la prensa, que daba por buena su gestión de la nevada.
Jugando al Trivial
Más contento que unas pascuas, marchaba a EEUU. Quizá por eso no dudó ni un minuto en jugar al Trivial: Señor Blanco ¿a qué no sabe cuántos ministros de Fomento u Obras Públicas fueron luego presidentes del Gobierno o primeros ministros?, le preguntamos. "Que yo recuerde ahora mismo Calvo Sotelo, pero hay bastantes. Si va al Ministerio o espere, ya digo que lo miren, porque tenemos una sala que tiene los retratos de todos los ministros de Fomento y es fácil ver los que luego fueron presidentes...".
Para que no tenga que molestarse, le refrescamos la memoria. Además de Calvo Sotelo, hay que incluir a Niceto Alcalá Zamora, Manuel Rúiz Zorrila, Antonio Canalejas, Manuel García Prieto, el conde de Romanones, Eugenio Montero de los Ríos, Segismundo Moret, Santiago Casares Quiroga o el citado y más reciente Leopoldo Calvo Sotelo. O socialistas tan especiales como don Indalecio Prieto, que como Borrell no consiguió el apoyo de su partido para ser presidente.
No es que seamos un pozo de sabiduría. Es obvio que hemos rebuscado en la web de La Moncloa. Está demostrado -en España y en el extranjero- que la cartera de Fomento es una de las plataformas para ser presidente o primer ministro. No en vano, apunta una antigua asesora del Ministerio de Economía, es el departamento con mayor presupuesto del Estado y en tiempos de crisis, con un poco de cabeza y mano izquierda, el que mejor gestión puede realizar y resultar más rentable en política.
El caso es que con el listado de los ex de Fomento que luego se sentaron en la presidencia, logramos descolocar por unos segundo al vicesecretario del PSOE, al que también hay que recordarle que existe el lado contrario, los que disfrutaron de la misma cartera y se presentaron a candidato a presidente. Fue el caso más reciente, el de Jose Borrell, aunque con escaso éxito. El ministro reflexiona un segundo mientras camina. Tiene que llegar al aeropuerto y Estados Unidos: "Calvo Sotelo, Indalecio Prieto, Alcalá-Zamora...mmm".
Va pillando el interés del asunto en un momento en el que alguien ha despertado la bicha de la sucesión de Zapatero. Un hecho que puede no suceder de forma natural, como el presidente quería. "Ya sabe, señor Blanco, usted sube puntos en las encuestas por su gestión, como la titular de Sanidad o Rubalcaba". Y ese es el momento en que un intenso rubor le cubre hasta las orejas. ¡Cómo no ha caído antes! Se ríe y asegura que "no, no, ni mucho menos. No lo había pillado, pero yo no estoy en eso". La sucesión, claro. Se marcha sin dar tiempo a preguntarle si no está por fidelidad a ZP o porque le tiene cogido del sálvese la parte.
La ley no escrita
"Imposible. Blanco no podrá ser candidato porque es el número dos y el número uno siempre tiene agarrado por los testículos al dos. Así pasó con González y Guerra" sentencia un parlamentario socialista, de larga trayectoria y probada experiencia. Es una ley quasi matemática, nos remacha después otro diputado y analista político. Otra cosa es Chacón, la ministra de Defensa que tenía todas las loterías hace un año. Pero ha quemado su imagen, en parte por la forma de salir de Kosovo y más recientemente con el secuestro del Alakrana, "donde lo ha pasado fatal" reconoce un analista de Ferraz que la estima. O José Bono, el otro nombre sempiterno y que desde el aparato del partido dan por imposible. Pero tanto en la Moncloa como en Ferraz la preocupación no son los nombres de Blanco, Rubalcaba, Chacón o Bono, sino qué sectores del partido -porque ha sido desde el seno del mismísimo PSOE- han lanzado este debate de la sucesión, a dos años vista de las generales. Y ¿por qué?
¿Son amigos o enemigos? Ni Manuel de la Rocha y su Izquierda Socialista -zapateristas de pro- ni los guerristas, ni los viejos barones como Ybarra, cruzados con la vieja guardia, parecen estar en el lío. El problema se extiende cuando muy pocos saben, de verdad, cuál es el auténtico núcleo de poder que rodea a Zapatero. Ni Rubalcaba, ni Bono, ni siquiera Blanco están en ese nivel. Sólo hay pistas sobre Chacón y su esposo, Miguel Barroso, o de la banda del móvil y Miguel Sebastián. Todos sectores distintos de los que arreglan la fontanería o intentan mantener las cañerías sin demasiado óxido ni porquería.
¿Y si es el núcleo de poder de ZP el que prepara la jugada para que el presidente no se presente a perder? Demasiado complicado, pero no imposible responde el viejo expertos en Ferraz.
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Cuando en el círculo más cercano a Zapatero apenas hay en realidad un par de ministros o un par de cargos del PSOE me pongo a pensar en que quizá Zapatero no se fía ni de su gobierno ni de su partido.
ResponderEliminarQué instructivo y pedagógico lo suyo
ResponderEliminarMe parece interesante lo que cuentas y no está mal redactado, así que no entiendo tanta despreocupación por la ortografía. Entre otras cosas, me han hecho daño en los ojos las siguientes:
ResponderEliminar* "En La Moncloa solo preocupa quien y por qué ha lanzado el asunto desde el seno del PSOE", a ese "quien" le falta el acento.
* Que debe ser el que sobra en "dió" (monosílabo, y sin motivo para un diacrítico).
* En "¿Señor Blanco ¿a qué no sabe" tenemos una interrogación que se abre dos veces, un "qué" que no debería llevar acento y la asusencia de la coma que debería separar el vocativo del resto de la frase.
Cuida un poco más la limpieza del texto, por favor.
Indalecio Prieto nunca fue presidente del Consejo de Ministros. Socialistas sólo lo han sido Largo Caballero, Negrín, Felipe González y Zapatero.
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