lunes, 8 de marzo de 2010

Gordas y viejunos

Por Pilar Portero

Los Oscar más superficiales y políticamente incorrectos. Porque ni los norteamericanos son glamurosos ni los actores tienen más personalidad que la que les ceden sus personajes.

El endocrino saca el metro dividido en tres colores, verde, amarillo y rojo, y te mide el contorno. Peligro para la salud, se chiva la cinta. No me digas que nunca has estado en ese trance. Esta temporada se lleva bendecir el sobrepeso pero la realidad es que ni los médicos lo aconsejan ni los gordos se siente felices presumiendo de michelines. 'Precious' -en la foto de arriba, la protagonista Gabourey Sidibe en la fiesta de Vanity Fair con Spike Lee, y en la de abajo, Mo´Nique con su premio como mejor actriz secundaria- ha logrado que una friki como Maria Carey recupere un pelín de dignidad entrando a saco en el circuito independiente.Sin embargo, como la cabra tira al monte, la Carey se presentó hecha un cromo con su marido a modo de bastón en el que apoyarse. Fíjate, sin embargo, en que era una de las más auténticas. Esa gran class que derrocha no tiene nada que envidiar a la de muchos de los empresarios más conocidos de los EEUU y sus familias. Los Trump o los Hilton, por ejemplo. Y eso que en caso de tener que elegir entre cara y culo, me quedo con cara que se ve más. Así que al final voy a tener que pasarme al bando de las gordas básicamente porque me espeluznan los cuerpos amojamados, y una vez excedidos los 40 no queda mucha opción.

Más penita provocan ellos. Babosos y viejunos, los que manejan basan su atractivo en el poder. Almodovar, James Cameron y Quentin Tarantino no son ya un plato de gusto. Y sólo indulto a Jeff Bridges-premio al mejor actor por 'Crazy Heart'- al que su papel en 'El gran Lebowski' le hizo ganarse el cielo por los siglos de los siglos. Encima conserva intacto el atractivo yanqui, sin aditivos. Vamos que provoca sueños húmedos, incluso con los ojos abiertos.

1 comentario:

  1. La gala aburridísima. La alfombra roja, una de la peores. Y Penélope de Dona Karan, la diseñadora que menos me gusta del mundo. Jeff Bridges muy bien. Fíjate que a mi lo que más me mola es que siempre le dedica los premios a su mujer, con la que lleva 30 años. Es el vivo ejemplo de que, por imposible que parezca, se puede tener una familia y una carrera éxitosa en Hollywood.

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