Por Pilar Portero y Ana Cañil
Los ojos hinchados como de haberse pasado la noche llorando y una gruesa capa de base de maquillaje de las que en lugar de ocultar concentra las miradas. El rostro compungido de Andrea Fabra (en la foto de la izquierda), diputada por Castellón, hija del todopoderoso e intocable presidente de Castellón, Carlos Fabra, y mujer del recién dimitido Juan José Güemes, era un libro abierto un día antes de que su marido anunciara que abandonaba el Gobierno de Aguirre.
La vi en el Congreso de los Diputados. Chocaba la mala cara. Ella, que siempre luce perfecta, pintada con mesura, vestida actual pero sin estridencias -y sin demasiada personalidad- parecía su sombra. Pensé, vaya disgustazo que le ha dado el consejero de sanidad.
Al día siguiente entendí algo con el anuncio de la retirada del marido, pero también aumentó el mosqueo. Cuando Esperanza despidió a su guaperas en rueda de prensa, a lo grande según interpretaron algunos. No podía hacerle un feo al yerno de Fabra, concluí yo. Unas llamaditas después a algunos contactos en el PP, el abanico de razones se ampliaba. Por supuesto, lo de que necesitaban un sueldo más abultado como el que le ingresarían en el IE Business School dado el tren de vida de la pareja, no resultaba muy creíble pues su suegro no iba consentir que uno de sus niños -Borja, Claudia y Carlos, son sus otros tres vástagos- pasasen estrecheces.En la foto, de izda a drcha, Güemes, Aguirre, Lasquetty, Ignacio González y Adrados el día de la despedida
El empeoramiento de la salud de Fabra, que según ABC, está instalado en casa de Andrea y Güemes, a la espera de que le practiquen una intervención, es uno de los argumentos que aducen en el PP. "Con la cantidad de asuntos y negocios que tiene esa familia, es normal que él se tenga que dedicar a velar por los intereses de su mujer. Fabra está muy enfermo y Andrea necesita que le ayuden a poner orden". La ilusión del histórico dirigente popular sería que su niña heredase su patrimonio político. Para eso fue designada primero senadora y después diputada. Él mismo aseguró hace año y medio que "sería la sexta generación de mi familia" en ocupar la presidencia de Castellón.
La otra clave
Pero el detonante final de la marcha de Güemes han sido la ambición y el poder de Ignacio González, según otras fuentes consultadas cercanas a Güemes. En el equipo de Esperanza Aguirre y en los pasillos de la sede de la Comunidad, en la Puerta del Sol, es un susurro a voces que González y Güemes son absolutamente incompatibles. "Y Juanjo ha aguantado bastante, incluso que la presidenta le quemara al frente de la consejería de Sanidad, pero como Ignacio no ha logrado su carreron en Caja Madrid, era impensable que los dos machos continuasen en la misma jaula" confirma una amiga personal del yernísimo de Fabra.
martes, 23 de marzo de 2010
Ignacio González+ Fabra= bye bye Güemes
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Lo acojonante es que González siga todavía ahí con toda la (presunta) mierda que le han sacado. Lo de la CAM y Esperancita no tiene igual en el mundo entero.
ResponderEliminarEn fin, rematadamente mal lo tiene que hacer el señor Lasquetty para destrozar aún más la sanidad en Madrid. Espero que nos decepcione (a la hora de no empeorar, claro).