Fuck TVE

Por Pilar Portero

Las televisiones privadas exigen al Gobierno que la tele pública pierda su audiencia tras demostrarse en los dos primeros meses sin publicidad que el plan que ellas mismas idearon no recupercute como esperan ni en sus ingresos ni su cuota de pantalla. Los anunciantes, cabreados, por la subida de más de un 20% del precio del espacio, no están dispuestos a dejarse presionar por las privadas que ni tan siquiera logran liderar el cotarro.


'Aguila Roja' (en la foto) o 'La hora de José Mota' son dos de las producciones propias que traen a Paolo Vasile -consejero delegado de Tele5 y socio de Prisa- por el camino de la amargura. Y es que el brazo de Berlusconi en España es el alma mater, según coinciden en señalar distintas fuentes del sector, del grupo de televisiones privadas que pretende que el ejecutivo liquide la tele pública por liderar la audiencia en lo que va de año.

Las cadenas generalistas de capital privado no sólo contaban con aumentar los ingresos, también se habían fabricado el cuento de la lechera con el público. Y es que sin televidentes, es más complicado convencer a los anunciantes para que suelten la pasta. Las presiones se han recrudecido en los últimos días. El mensaje es claro: hay que hundir el ente público. Ahora se entiende porque el presidente Zapatero nombró a Alberto Oliart y porque la designación fue recibida con tanto alborozo por la competencia. Sin embargo, ni tan siquiera el un ex ministro de defensa de UCD a sus 81 años, fan confeso de 'La señora' y sin experiencia en el complejo universo de la televisión, ha logrado echar a la audiencia. Así que a la vice De la Vega se le acumulan las reclamaciones. Y eso que igual le quedan dos telediarios.

"El público está consumiendo más información y contenidos pero la audiencia cada día está más fragmentada y se ve una clara tendencia creciente a valorar el mensaje y el contenido al margen del medio", apunta un analista de una de las centrales de medios más importantes del país. La reacción de las privadas ante el panorama actual es apretar a los anunciantes, es decir sacar partido a corto plazo. La subida de los GRP's televisivos encendió tanto a los pequeños anunciantes, que no cuentan con la capacidad negociadora de grandes como El Corte Inglés o Telefónica para pactar precios personalizados, que amenazaron con ir a la huelga. ¿Imaginas un día sin anuncios? Ummm

"El pasado septiembre avisamos a nuestros clientes -explica un alto ejecutivo de otra central de medios- de que la postura de las privadas era subir las tarifas entre un 20% y un 30% ya que se esperaba que al desaparecer el espacio público creciese la demanda. Sin embargo, no se ha producido el desplazamiento previsto". No hay que olvidar que tve realizaba desconexiones en las que las marcas locales aprovechaban para colocar su publicidad ya que su target era también local. A las empresas de cable de Galicia, Asturias o País Vasco, por ejemplo, sigue sin interesarles anunciarse en Antena 3 o Tele 5 porque su objetivo no abarca el ámbito nacional.

La radio, un medio veterano y de confianza para una parte del público, y los TIC's -otras formas de transmisión y recepción como el ordenador, los móviles, la tele por cable...- van ganando adeptos, los mismos que van perdiendo las cadenas privadas. Y no es porque se consuma menos tele. Según datos de Sofres, en 2009 nos chupamos 4 minutos más que en 2008 y 21 minutos más que en el año 2000. Sencillamente cada persona elige donde y cuando pegarse un atracón de caja tonta. ¿No será que el contenido no provoca orgasmos de placer?

Nota: Por cierto que 'Fuck America' de Edgar Hilsenrath es una lectura altamente recomendable. Y no va de la tele, advierto.