Lo digan o no, cientos de políticos socialistas pasan estos días por un mal trago. Son decenas de alcaldes, concejales y menos presidentes autonómicos los que se quedan sin butaca. Y los ministros se preparan para perder el cargo en unos meses. Muchos de ellos están en la función pública desde hace más de un cuarto de siglo. Véase alcaldes en Andalucía o cargos de la Comunidad en Extremadura. Perder las elecciones del 22-M implica despedirse de despacho, secretaria o chófer, entre otras prestaciones. Para desdramatizar y echar algo de humor, hemos llamado a algunos exministros que, con la misma ironía, han accedido a desvelar para sus compañeros, algunos trucos que utilizaron en su transito a la normalidad.
Solbes y Sevilla, cuando no podían prescindir de la corbata |
1. Lo obvio, que recuerden que la vida sigue y no pasa nada por no tener chófer o secretaria.
2. Que aprovechen para hablar más con los hijos y los nietos. Son quienes les van a descubrir los cambios más notables, desde como manejar un vídeo al resto de las nuevas tecnologías.
3. Que disfruten de la comida en casa o de la de algún restaurante del barrio que ofrezca comida casera.
CARMEN CALVO, exministra de Cultura con ZP, reconoce que se salvó del cambio traumático de estatus, gracias a que supo manejar el momento cartera con cabeza: "Enseguida sentí que había una Carmen Calvo circulando publicamente sobre la que se opinaba, sabiendo o no, se especulaba, se calumniaba, que escapaba a mi control. Así que tome medidas profilácticas, decidí proteger mi auténtico yo haciendo una vida muy normal. Compraba en Zara, en Carrefour, hacia cola en el cine o iba a conciertos de rock prescindiendo de escolta. Paraba en cualquier peluquería, Marco Aldany o similar, y esperaba mi media hora para que me peinarán. Si tenía que ir a un restaurante caro, iba pero yo seguía comiendo en Vips. Cuando dejé de ser ministra, a pesar de que me pilló por sorpresa porque no me lo esperaba, sentí una liberación porque los cargos importantes tienen un coste personal muy elevado. Lo sentí, y mucho, porque dejas de poner en marcha proyectos y de tomar decisiones relevantes para mejorar las cosas. Siempre dije que no era ministra sino que estaba de ministra. Nada más dejar de serlo, me fuí con mis amigas al Retiro y estuvimos tumbadas en el cesped hablando más de tres horas".
A los futuros ex les recomienda:
1. Si has estado poco tiempo en el cargo, no más de cuatro años, lo mejor es asumirlo sin anestesia. Si has estado muchos años, sólo hay que acordárse de que el día en que entraste ya sabías que tendrías que volver a salir. Los cargos no son eternos.
2. Que no se pongan patéticos. No hay nada peor que quedarse enganchado y pensar que las cosas que conlleva el cargo son tuyas. El poder lo da el cargo pero tu también tienes tu propio poder como persona, y eso es lo que hay que fomentar.
3. Hay que sentirse orgulloso de la gestión. Yo me siento muy honrada de haber sido ministra y haber podido representar a España. También es duro y hay muchos días que no duermes pero debo reconocer que el cargo me ha hecho mejor persona de lo que era, soy más agradecida, relativizo más y tengo un gran desapego.
La ex ministra de Cultura no aguanta a los que se quedan enganchados al poder |
1. Que empiecen a quitarse la corbata algún rato, que dejen el coche oficial de vez en cuando y se den un paseo. A pie, naturalmente.
2. Que se planifiquen dos días al mes en que no vayan a trabajar. Se darán cuenta de que el mundo sigue sin ellos. Irán acostumbrándose a relativizar su importancia.
3. Que se abran un twitter, que se disciplinen a seguirlo y poner 3 comentarios al día. Se tarda 3 minutos por comentario. Que dediquen media hora al día a navegar.
Mº ANTONIA TRUJILLO, la ex ministra de Vivienda con Zapatero, advierte que "a mi nadie me dijo nada" antes de dejar la cartera, así que "hay que valorar la oportunidad que das a los que cesen en el cargo por conocer opiniones tan valiosas sobre qué pasa el momento después. Los próximos sabrán algo más del clásico 'lo mejor de ser ministro es haberlo sido'. Que es verdad".
1. Sin minusvalorar el honor y responsabilidad que supone el ejercer el cargo, lo mejor viene después. Te adaptas a vivir fuera de esa cápsula donde otros te han metido sin darte cuenta. Si tienes los pies en la tierra y llevas poco tiempo en política vuelves casi sin notarlo a tu actividad anterior. Si la tienes ...
2. Yo ingresé de nuevo en la Universidad sin anestesia, pero sin dolencias. Volví a mi vida normal sin problemas. Con menos agenda ... pero con menos responsabilidades y menos críticas. Como los pintores: te empiezan a valorar después. Lo mejor para salir del despacho es no haber entrado nunca.
3. Hay que aprovechar el tiempo para hacer lo que en tantos años no pudiste. En mi caso, fotografía y edición de vídeo, buceo, pasear y leer...
Trujillo de rosa y Calvo en tonos beige con Zapatero y las demás ministras |
1. Cuando uno se empeña en volver a hacer las cosas solo, lo consigue. Da placer poder coger el metro e ir al cine. Quizá hay que esperar unos meses por que te reconocen, pero no pasa nada.
2. Es agradable saber que cuando suena el teléfono -que suena mucho menos- ya no es sólo un problema, un marrón que tienes que resolver. Resulta que es un amigo que solo quiere quedar contigo a comer.
3. Si eres ministro y te quedas de diputado, el transito es menos complicado, porque sigues teniendo asistencia. Pero incluso cuando dejas de ser diputado puedes descubrir lo placentero que resultar descubrir que puedes manejar sólo un ordenador y responder tus mails. Tus capacidades cotidianas te dan satisfacciones.
Conclusión de todos: hay vida después de perder la cartera.
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