Que los actuales líderes políticos no son de este mundo se ve claramente en el popular Debate sobre el Estado de la Nación, que es algo así como el posado de Ana Obregón en versión Congreso de los Diputados. No queremos aburrir más con el tema pero como nos hemos pasado el día sentaditas en el hemiciclo primero y pasilleando después, no nos resistimos a dar nuestra visión expres. Tranquilidad, que no vamos a preguntarnos 'quién ha ganado el debate' ni a entregar la banda de Miss Político 2011.
Las curvas que tanto excitan la imaginación de los políticos |
Lo último en afrodisiacos: las cifras económicas
La crisis nos ha ido desvelando aspectos de nuestros políticos que ignorábamos pero uno de los más sorprendentes es la excitación que experimentan con los gráficos de indicadores económicos y las baterías de porcentajes y números con los que se se supone que asedian al rival y revisten de credibilidad el discurso. En cuanto agitan el folio con los datos es señal de que están llegando al clímax. Y lo peor es que el éxtasis se extiende por los escaños provocando un elocuente murmullo generalizado. Los momentos más álgidos del Debate han estado protagonizados por las cifras del paro, el endeudamiento, la prima de riesgos... Usan el 15m en sus discursos pero no ha entendido nada
El planteamiento de los discursos de Zapatero y Rajoy no deja lugar a dudas: no han entendido el mensaje de las protestas y acampadas que se han multiplicado por España en el último mes. Cero intentos de cooperación, ni una propuesta de pacto para levantar el país, descalificaciones, acusaciones. El 'no nos representan', que tan mal encajan los políticos, se hace evidente en debates como este. Zapatero ha metido con calzador a los indignados en su alocución con frases como "forman parte de la fisiología y no de la patología de nuestro modelo de convivencia" o "y reivindican el valor de la política", pero sus palabras se contradicen con ese más de lo mismo que han vuelto a mostrar desde el púlpito. El susto de Rubalcaba ante los devotos aplausos a Zapatero
Rubalcaba se está reservando. No cabe duda. Y para eso es mejor mantenerse lo más alejado posible de Zapatero. Pero los aplausos, los cariños y los vítores de algunos diputados al todavía presidente, han puesto en guardia al candidato. Tanta euforia desatada ante las replicas con cifras en la mano, ¿A ver si ahora le van a pedir que vuelva? Rubalcaba no tiene nada que temer porque cuenta con una de las joyas de la corona del partido, Jesús Caldera, un político cuyas ideas no se echan en falta -¿o si?- y por el que hemos aprovechado para preguntar. ¿Cómo es que Rubalcaba lo ha elegido para coordinar el programa electoral? "Porque si le dices que se tire por esa ventana, se tira. Y eso, es un valor", nos contestan. Ahhh!Los cachorros del PP salivando en la tribuna de invitados
Treintañeros ávidos de tocar el poder, soñando con una placa en la puerta del despacho oficial y con repartir tarjetas con su cargo a tutiplén. Sentados en la tribuna de invitados, en la zona que limita con la de prensa, han sido un espectáculo. Con los puños cerrados enfatizaban las palabras de su presidente, Rajoy, y saltaban en sus asientos ante lo que consideraban directos a la mandíbula de Zapatero. A algunos puede que les veamos ocupando un escaño en la próxima legislatura pero la mayoría arropan al líder con la esperanza de que les toque un puesto de alto rango en la Administración. ¿Habrá para todos?Zapatero blandito y tocado
Le ha costado. En las últimas frases del discurso se percibía una bajada de tono. Estaba haciendo un esfuerzo por no perder esa imagen inalterable de la que presume. Ha sido en el momento de dar las gracias a todos los grupos que habían colaborado con él estos años. A quienes le conocen no les ha pasado por alto. Rosa Aguilar nos decía tras el discurso mañanero de Zapatero que "ha sido humano, ha mostrado sus sentimientos y ha sido contundente con las reformas. Quizá haya resultado una contradicción entre la despedida y el impulso para seguir delante, pero había mucha emoción". Marcelino Iglesias también resaltaba ese aspecto: "ha sido muy humano en la parte final, sin papeles ya en la mano". Uno de sus colaboradores más próximos también lo había sentido así: "no ha sido un discurso de despedida pero hay una despedida en el discurso . Era su ultimo debate en el parlamento, es normal. Ha salido emocionado aunque él controla muy bien las emociones".
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