Carla @guillermolo, @sir_ambrosius, @albertoalmayer...En fin, no sé cuantos más que pasaron por Cochabamba y soportaron mis filípicas de cincuentona trasnochada.
De izda a dcha; Mariu, María, Irene, Carla, Sara y Guillermo la noche del lunes |
Sí, ayer en #acampadasol estaba contenta, como le confirmé a María, aunque me guardé una parte de mis miedos de futuro, que tienen bastante que ver con los achaques. Por que ¿y después del domingo qué? ¿Y qué queréis hacer o decir, o proponer cuando os escuchen? ¿Y a quien favorece esto? Me callé, porque era una la protesta y una fiesta por manifestarse. Por fin habían salido a la calle, eso que yo tanto les había discurseado, ya fuera profesionalmente -"no se hace periodismo a través de la pantalla, primero hay que tocar la piel de la gente, hacer fuentes, pisar asfalto o verde"- o políticamente: "Sí, sí, mucho largar, pero ¿vosotros qué hacéis, generación de ricos y malcriados?". Y se lo había dicho tantas veces, con una prepotencia muy similar a la de los políticos, como si yo hubiera asaltado La Bastilla. (Bueno, chicos, pero algo más que vosotros hasta ayer sí que había hecho, la verdad). Así que me guardé los temores y disfruté con ellos, aunque no compartiera todos sus gritos ni piense que todos los políticos son iguales.
"Os falta un Sartre o un bloguero torturado como en Egipto. Alguien que canalice esto" dije desde twitter cuando llegué a casa. "No, por Dios, mártires no" me contestó no sé quien. Y María y Mariluz me insistían en Sol: "¡Dale Cañil ¡que no, que no queremos que nos manipulen! (uno de los gritos habituales) y que esto aguante hasta el domingo, aunque no sirva para nada". Disiento, para algo va a servir, entre otras cosas para tapar la boca a muchos como yo.
La verdad es que fue @mimapamundi quien comenzó a provocarme desde ayer por la mañana, cuando vió que me lo estaba pasando pipa en la Puerta del Sol, tuiteando los restos del desalojo, y las confesiones de algún chico que se había quedado "de guardia" como Miguel Diéguez, un honesto que decía "que los medios mentís, que no somos ninis. Si algún compañero de la Complu me ve a mí aquí, diciendo que soy un nini, haciendo dos carreras, me la monta con razón. Pero queremos futuro y que no nos saquen así".
Tras él y otros cuantos me fui hasta la Plaza de Castilla, donde iban a jalear la libertad de los 19 detenidos el domingo en la gran manifestación. Allí ante la puerta principal primero y luego ante el juzgado de guardia todo transcurría entre gritos y protestas, hasta que saltó ese grupito de radicales. Sí, los definí como antisistema -para cabreo de alguno- y de estilo perroflauta, pero es que no sé me ocurría como describirlos físicamente en twitter. Eran provocadores, de esos a los que creo que la mayoría no están dispuestos a seguir y buscaban la violencia, con unos gritos de "¡asesinos!" a los polis de la puerta que, en ese ambiente, estaban fuera de contexto. Es mi punto de vista.
Bueno, que me enrollo. Seguí hasta la hora de la comida en Plaza Castilla y algunos de mis jóvenes amigos a los que he discurseado se desternillaban de como la mamá se lo estaba pasando pipa. Cierto, hasta ahora no podía entender que con un 45% de paro juvenil, la generación más formada, más brillante y chula que he tratado -aunque un poco dispersa en cuanto a formación ideológica, la verdad chicos- se estuviera callada.
La gente que vi ayer en Plaza Castilla y luego los miles de Sol son, en su mayoría, normales, mis hijos, los de mis amigos -de la ciudad y del pueblo- más bien cualificados -no encontré el chaval que no acabó los estudios por meterse a la construcción, aunque seguro que hay alguno- y puede que no sepan lo que quieren después del 22-M o de Marzo del 2012, pero sí tienen muy claro lo que no quieren. Al fin, después de tanto gritarles lo de "menos mover el ratón y más mover el culo. No esconderos tras la pantalla" ahí están. Dejé Sol, arrastrando a Pilar Portero y con nostalgia. Tenía que ponerle vahos a mi hijo, me dije.
Lo mejor, cuando llegué a casa y mi hija llamó para decirme que "me quedo a dormir en Sol". Después de apoyar a los soitueros en su acampada, me encontré pensando "pero es que sólo tiene 18 años, la selectividad, que no, que no...". A tiempo, cedí pero con un gran, enorme esfuerzo para controlar mi incoherencia.
Y a mí me pilló todo esto al otro lado del charco. Jajajaja. Besos para tod@s. Edu
ResponderEliminarEstoy totalmente en contra de esta foto.
ResponderEliminarMil besotes Edu!!!