miércoles, 9 de febrero de 2011

Tu sueldo ¿te lo deben de subir por lo que suben los precios o por lo que tú produces?

Si tienes la suerte de tener trabajo, pero no sabes si te van a subir el sueldo o no, lo mismo te has fijado en la bronca liada desde que Ángela Merkel ha propuesto que la subida de los salarios cada año se haga tomando como referencia la productividad  y no la inflación prevista en la cifras macro del Gobierno, como sucede en España.
¿Hará Merkel a ZP ver la subida de sueldos en 3D?
Por Ana R. Cañil La disputa  -tan vieja como los Pactos de la Moncloa en este país y con décadas y décadas entre los economistas del mundo- está servida. Desde que la cánciller alemana defendió ese criterio, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ya ha dicho en varias ocasiones que no  y los sindicatos avisaron de las consecuencias de una medida así.
Ayer se produjo el choque de trenes pero dentro de los ámbitos del Gobierno. El Banco de España, a través de su director general del Servicio de Estudios del BE, José Luis Malo de Molina, aseguró que España es el único país con peso en la UE que mantiene la subida de los sueldos vinculada a la inflación. Según dijo Malo en unas jornadas organizadas por AFI, él es contrario a indiciar el salario a la inflación desde 1979.
Aclarate
Para aclararnos un poco, hemos repasado lo fundamental con un par de economistas: Emilio Ontiveros (organizador de la jornadas donde el titular de Trabajo y el Banco de España mostraron sus posiciones contrarias) y el ex ministro Jordi Sevilla, que ha avanzado en su twitter  el aperitivo de lo que piensa.
Para empezar, ten un par de cosas claras cada vez que te pongas frente a esta disputa de cómo deben de subirte el sueldo:
1)En España, la mayoría de los trabajadores de este país (menos de 18 millones) no tienen una cláusula de revisión salarial automática.
2)Si tu empresario quiere cambiar el criterio y subirte el sueldo en función de la productividad en vez de en función de la inflación prevista para el año siguiente, lo primero que tiene que fijar es sobre qué criterio de productividad se va a aplicar.
Tal y como Sevilla recuerda, una cosa es la definición de productividad -lo que produce la empresa dividido por el número de horas trabajadas- y otra cosa es como agregas otros factores que distorsionan el criterio. Por ejemplo, cuando hay etapas de paro muy alto, como la actual, la productividad puede subir porque divides por menos número de trabajadores; o ¿cómo incluyes en esa productividad la mala gestión de una empresa por parte de su cúpula? En conjunto, la productividad de la economía no es fácil de medir con criterio justo.
Otra cosa es a nivel de empresa en particular, pero ¿están los empresarios dispuestos a mostrar a sus trabajadores o sindicatos las tripas de todas las cuentas para saber cuál es la productividad verdadera de la compañía? se pregunta el ex ministro. Y como siempre, tiene una propuesta, ligar la subida salarial a la inflación, pero a la inflación subyacente (descontada la subida del petróleo y de alimentos no elaborados).
Precisamente por la dificultad de establecer un criterio de productividad media conjunta, Emilio Ontiveros opina que lo primero que hay que hacer es mirar el caso de cada empresa en particular. Y para eso tiene que haber el gran cambio en la negociación colectiva. Que la empresas puedan descolgarse de los convenios sectoriales, y a partir de hay negociar como se suben salarios.
El de Afi es partidario de tener en cuenta ambos criterios, tanto lo que han subido los precios (es clave que el trabajador no pierda poder adquisitivo) y la productividad de la empresa, en el criterio económico tradicional de división de productividad (lo que crecen las ventas) por el número de horas trabajadas. Pero el economista insiste en la importancia de que cada empresa sea libre para negociar esta circunstancia con sus trabajadores, de forma que puedas establecer que si "vas bien, y tú eres más productivo, puedas ganar más dinero".
La cuestión es que los sindicatos no tienen muchas ganas de transigir con la abolición de las cláusulas de descuelgue así como así y la reforma de la negociación colectiva va a ser harina de otro costal a punto de comenzar.

Preguntamos también al cerebro económico del PP en el Congreso, Álvaro Nadal: "Los salarios no pueden ir por un lado y la economía por otro. Se tratar de sincronizar ambos y no hablar de cláusulas sobre si ligar los salarios a la productividad. En una situación como esta hay que moderar salarios y también el margen empresarial y contener los precios. Tenemos que estar todos en el ajo para lograr una concertación social de las buenas. Para que España entrara en el euro ya se hizo ese esfuerzo conjunto. Ahora, eso si, ya no se puede echar mano de las devaluaciones. Hay que cambiar la tendencia desde la reforma de la negociación colectiva". ¿Y crees que os van a dejar los empresarios hacer esto cuando lleguéis? "Tendrán que colaborar, no les va a quedar otro remedio si quieren recuperar el objetivo nacional de competitividad", asegura el que se encuentra en todas las quinielas sobre el posible ministro de economía del PP.

Mientras, está bien que nos enteremos de los conceptos base, pero no debemos olvidar el inicio. Esta disputa ha empezado por el deseo de la señora Merkel  que difícilmente va a cejar en imponer su criterio a Zapatero y a quien haga falta.

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