Por Pilar Portero
Oye que los catalanes también tenéis sentido del humor. Cuando he visto este anuncio de Estrella Damm me han venido a la cabeza las miles de veces que casi me muero de risa con la fantástica ironía que practican algunos de mis amigos catalanes, capaces de parodiar sus propios tópicos sobre su amor a la pela, el seny y hasta el disenny. Me sorprende no haber encontrado esa capacidad para bromear sobre uno mismo en este spot que reivindica el 'hecho en Cataluña' -dos ejemplos de lo que Cataluña debe a la inmigración son Messi e Iniesta- como si fuera la reivindicativa inyección de ánimo que necesita un pueblo deprimido al que hay que insuflar orgullo.Un clásico de la publicidad, sobre todo en el caso de las cervezas que pelean por liderar mercados locales, es apelar al 'soy la de aqui' para vender por la vía de la exaltación del patriotismo. Estrella Damm, una cerveza catalana de toda la vida, debe estar muy nerviosa con Moritz, otra cerveza tradicional de Barcelona que hace nada estaba en las últimas pero que tras su relanzamiento se ha convertido en la cerveza de moda. Una vendeta local que ha derivado en este anuncio, al que para mi le falta la esencia del catalanismo, humor inteligente.
Una estrategia que los argentinos cultivan y dominan y que les hace ganar premios en todos los festivales de publicidad. Una práctica con la que Euskastel, el operador vasco, se ha defendido con éxito ante los operadores nacionales a base de abusar de los estereotipos y descojonándose de si mismos -el famoso Patxi-. Al final, todos estos anuncios buscan los mismo: provocar la compra tocando ese material tan sensible que son las raíces.
Os dejo un anuncio de Gadis, supermercados gallegos, para que os riáis.
Porfa, porfa, no perdáis el sentido del humor.
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